Ciertas palabras las escuchamos tanto que al final no sabemos exactamente qué significan y de esta suerte hasta llegamos a identificarlas con personajes o con ciertas maneras muy especiales de ser y manifestarse. Gasté unos minutos para recabar información que hoy por hoy la tenemos entre manos; la uso para nuestro común beneficio. Saber no hace daño y desconocer conlleva riesgos.
La Confederación de nacionalidades indígenas del Ecuador (CONAIE) no está constituida, solamente, por esos rostros airados que vemos en pantalla cuando deciden apoyar determinados temas, tampoco con los que destruyen bienes de una ciudad o amenazan como dueños de casa. El movimiento de nacionalidades indígenas es algo más, tiene nobles propósitos y engloba a una cantidad importante de indígenas que puebla Ecuador.
Para refrescar nuestra memoria me permito transcribir parte de la información encontrada en estos días. La CONAIE está formada por nacionalidades, entre ellas la tsachila, siona, waorani, secoya, kichwa, sápara, awa, chachi, cofán, achuar y … algunas más. Se habla de quince nacionalidades y de catorce lenguas indígenas. Debo mencionar estos datos para afirmar que cuando decimos CONAIE hablamos de una agrupación con mundos diversos y complejos, cada uno con su riqueza cultural y su territorio. Imposible que todos los integrantes de la CONAIE tomen parte en las decisiones de quienes la presiden. ¿Conocen acaso, todos ellos, las razones del actual paro?
David Gerardo, servidor de ustedes, no fue engendrado entre sedas, luces y oropeles. Mis abuelos y mis padres siempre vistieron ropa de trabajo en el campo y no pocas veces cholos y mestizos estuvieron en casa siendo ellos la mano de obra apta para cultivar el campo. Los indígenas y los mestizos de ese tiempo conocían su oficio, trabajaban a conciencia, alimentaban a sus familiares con esfuerzo y tesón; era gente sencilla, afable, trabajadora y honesta con ganas de sobrevivir y progresar. Los vi más tarde con su propia chacra, sus reses y un buen caballo para salir al pueblo. Nunca fueron ellos mendigos con garrote al servicio del mejor postor. La CONAIE debe velar por el progreso de sus nacionalidades y alimentar la conciencia nacional con su esfuerzo y méritos.
Los actuales dirigentes de la CONAIE requieren un curso intensivo de civismo y urbanidad, un examen siquiátrico profesional, un curso de autoestima y de valores humanos. La CONAIE debe recuperar su noble razón de ser. (O)