Esta vez, no será lo mismo

CON SABOR A MORALEJA

El maleducado presidente de la CONAIE, Marlon Vargas, nos llamó enemigos e idiotas a todos los ecuatorianos que criticamos sus abusos.

Hizo gala de su complejo de inferioridad al decir que agredimos y menospreciamos a los indígenas. Esto es más falso que patada de serpiente, pero, para su discurso, suena ideal.

En algún momento, tanto a Vargas como a Leonidas Iza, los actos violentos a los que incitan les pasarán factura y podrían ser juzgados como terroristas. Si esto sucede, tendrían que justificar a dónde van a parar los cientos de miles de dólares que les depositan algunas ONGs en sus cuentas.

El periodista Jaime Bayly afirmó que Vargas recibe USD 500 mil anuales de fundaciones de EE.UU. para “preservar la naturaleza”. Iza, en cambio, recibía miles de euros desde una fundación política alemana.

Estos pseudo líderes indígenas les ven la cara a sus comunidades, tal como lo hizo Apawi Castro, mano derecha de Iza, quien dijo que lucha por los pobres, y luego, se le vio contando fajos de billetes para financiar el paro.

¡Cuándo van a entender que bloquear carreteras no es protestar, es atropellar derechos! ¿Con qué derecho convoca la CONAIE a un paro nacional siendo un grupo minoritario que representa apenas el 5 % de la población nacional? Nadie tiene derecho a cerrar las vías, ni impedir el trabajo y la libre movilización.

Estos son delitos tipificados en el ámbito penal. Durante años se intentó vender la consigna de que obstaculizar vías, incendiar bienes públicos o privados y saquear comercios era una protesta válida.

Pero hoy, la realidad demuestra que detrás de los disturbios existen intereses turbios de mafias internacionales.

En su estulticia, la CONAIE asume que lo ocurrido en el 2019 y 2022 puede volver a ocurrir con Noboa que, dicho sea de paso, ha demostrado mayor capacidad de decisión que los timoratos de Moreno y Lasso. Pero esta vez, no será lo mismo.

El ataque que sufrió el edificio de la Policía Nacional en Otavalo por vándalos encapuchados y con la cara cubierta para no ser identificados, no es una protesta social.

El ministro del Interior comunicó que han detenido a varios de estos delincuentes y que serán juzgados como terroristas. Así es como se debe proceder ante la acometida del vandalismo.

“Lo ocurrido en Otavalo confirma que el Gobierno debe aplicar todo el peso de la ley, porque si el Tren de Aragua se disfraza de protesta, mañana la democracia será rehén de criminales”. Javier Benedetti. (O)

Lcda. Bridget Gibbs

Periodista y escritora. Norteamericana de nacimiento, pero cuencana de corazón. Radicada en Cuenca desde hace 45 años. Lleva una década colaborando con la página editorial de El Mercurio.

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