Ríos y paisaje sonoro

Cuando hablamos del agua como componente de identidad de nuestra ciudad, de entrada, pensamos en sus ríos con sus fuentes, arriba, en el cordón montañoso que circunscribe el valle, constituido de páramos y lagunas, de manantiales, cascadas y remansos que dan origen a nuestros ríos y graficamos El Cajas, Can Can, Quimsacocha y el inmenso complejo lacustre de altura que dan caudal a los ríos que cruzan la ciudad, abundantes de biodiversidad y riqueza paisajística de formas, color y sonoridad.

Y hablando de la sonoridad como componente del paisaje cuencano, viene a mi memoria el bullicioso paso de los ríos por nuestra ciudad y el gusto de volver escucharlos, ahora, en los parques lineales y, desde luego, una linda conversación con la musicóloga Janeth Alvarado Delgado y la posterior lectura de su artículo “Los paisajes sonoros cuencanos”, en el que sustenta, que el sonido es un elemento transversal en la existencia del mundo, porque con sus vibraciones envuelve todo objeto y sujeto, y que cada territorio tiene su propia sonoridad, esto es, su propio paisaje sonoro determinado por muchas condiciones ya sean, del entorno natural, de los seres vivos que habitan, por el lenguaje humano y su tecnología, por el fluir del agua, etc., que al final estructuran lo que el ambientalista y compositor canadiense Murray Schafer, denominó paisaje sonoro. “De alguna manera, el mundo es una enorme composición musical sin principio ni final, nosotros sus compositores”, dice el autor.

 Cuenca tiene su propio paisaje sonoro determinado por una variedad de componentes de entre los que destacamos, el fluir de sus ríos. El lenguaje de los ríos cuencanos es un genuino componente de identidad, motivo de estudio y fuente de inspiración de poetas, músicos y cantautores. Está profundamente enraizado en la memoria colectiva de una comunidad que nació, creció y vive escuchando el fluir de sus ríos, apacibles a veces torrentosos otras, pero siempre musical y sugerente. Este entorno acústico escuchado por la comunidad, estimula la memoria, la orientación, las interacciones entre sus miembros y la voluntad de comunicarse, analiza Jannet Alvarado Delgado. (O)

Dr. Tito Astudillo

Médico, docente y periodista. Fue miembro titular, vocal de Directorio y Presidente de la Casa de la Cultura Ecuatoriana “Benjamín Carrión”, Núcleo del Azuay. Exdocente de primaria, secundaria y educación superior.

Publicaciones relacionadas

Mira también
Cerrar
Botón volver arriba