La diosa Salus de la antigua Roma, fue quien personificó a la salud y a la prosperidad del pueblo, su etimología se fundamenta en bienestar, salvación y protección. Está contemplada en plano físico, mental y social, con una correcta fisiología del organismo, resistencia a enfermedades y pronta recuperación de ellas. La mental, contempla lo emocional y psicológico, en un mundo tapizado de estrés, y saber manejarse en un entorno competitivo. La salud social, es el manejo de relaciones interpersonales. Todo bajo la influencia de factores genéticos, ambientales y de comportamiento individual que engloba dieta y actividad física.
Los problemas son parte de la vida, la resiliencia es la clave para superarlas, El filósofo alemán Arthur Schopenhauer, citó: la salud no es todo, pero sin ella, todo lo demás es nada. Entonces salud es ausencia de enfermedad, poder sonreír, caminar, respirar, disfrutar de cada día en nuestra vida, alimentarnos, dormir, disfrutar de la familia y amigos, deportes y pasatiempos. Cuan importante es dormir suficiente, comer y beber sin excesos, servir al prójimo, y no equivocadamente decir que estamos bien por cuidarnos en el diario accionar, sobre nuestros único cuerpo y mente. Dar gracias a Dios por el más bello don de la vida, como es no ser agredido por enfermedades. Salud tan buscada cuando se la pierde, tan maltratada hasta que se aleja, sabiendo que hay una sola y en frente muchas enfermedades, las clásicas y antiguas y otras nuevas y modernas, determinadas por múltiples factores. Dietas ajenas y con alimentos modificados genéticamente, ajenos a nuestra realidad andina por globalizantes procesos de comercio ciego en el hiperconsumismo, tan de moda.
El incremento del periodo biológico ha permito la aparición de nuevas enfermedades, así como la dura experiencia de la pandemia por el COVID-19, enfermedades autoinmunes, alteraciones psicológicas, obesidad, diabetes, patologías cardíacas, oncológicas, apneas del sueño, trastornos hepáticos y articulares.
Lo más valioso no es el dinero sino la salud y la vida, de lo contrario la longevidad y con salud sería patrimonio de los pudientes materiales. A determinada edad, nos encontramos con los contemporáneos en centros de salud. Lo que antes fueron fiestas y bullicio, hoy son citas médicas y farmacéuticas, que le buscan a la Señora Salud. (O)






