Más allá de los resultados e implicaciones de la votación del domingo pasado vivimos en un Ecuador que necesita reformular sus leyes y, de manera muy especial, reanudar sus propios caminos en busca de la formulación de normas que nos conduzcan a la patria que anhelamos: un oasis de paz con normas que nos ayuden a convivir.
El revés electoral que acabamos de recibir quienes optamos por marcar SI en las cuatro preguntas, lejos de turbarnos en nuestras convicciones y realizaciones, nos regala una oportunidad para estudiar las lecciones que posiblemente están insertas en la mencionada negación. Lejos de mi pensar en maldades o consignas adheridas al NO triunfante. Veo a la distancia una madeja con bastante hilo que empaca intenciones y razones. Desmadejemos el ovillo: nuestro Ecuador lo requiere.
Habría que preguntar a quienes bailaron luego del triunfo del NO cuál fue su significado y el porqué de la danza, porque razones debieron tener sin lugar a duda. Me apenaría pensar que, entre tales bufones, se haya colado gente pensante que votó por el NO obedeciendo tan solo a su conciencia.
Toda votación, incluida la última conlleva dos opciones: un sí y un no. Las razones de dicha opción guardan secretos. Es posible que muchos de los que sufragamos el domingo último no lo hicimos debidamente, no fuimos conscientes de la trascendencia del evento cívico. Cabe hoy un somero análisis de los resultados del domingo dieciséis. Desde mi ubicación, perdedor en las cuatro preguntas, estas son mis conclusiones:
-En Ecuador existe una fuerte discrepancia sobre temas básicos, fundamentales. Algo más de la mitad de su población vota, sin titubeos por una respuesta negativa a las cuatro preguntas. La votación no deja rastros para pensar en dudas o perplejidades.
-Algo menos del cincuenta por ciento responde positivamente a las preguntas de la consulta. En síntesis: al rededor del 40% votan afirmativamente y cerca del 60% votan por el no.
-Cada una de las preguntas necesitaban un análisis, un estudio para tomar una decisión, tanto aquella sobre bases militares como la referente a la reducción del número de legisladores, por ejemplo.
A un buen gobernante, no importa si joven, le toca hacer ´borrón y cuenta nueva´. Quienes votamos por el NO o por el SI somos hermanos. Démonos las manos y diseñemos el Ecuador que buscamos. (O)






