Expertos en comunicación política expusieron las razones que incidieron en el voto del pasado domingo 16 de noviembre, donde el “Sí” perdió en la consulta popular y el referéndum propuestos por el presidente Daniel Noboa. Las causas fueron de origen múltiple.
Una primera razón se debe a las estrategias populistas activadas, como la entrega de bonos, el adelanto del 13º sueldo y la reducción del precio de la gasolina días antes de los comicios. A esto se sumaron problemas más profundos no resueltos, como la crisis del sistema de salud pública y el regreso de las reprochables masacres carcelarias. No menos importante fueron las falencias en la comunicación de las vocerías oficiales, al punto de que entre ellas se contradecían; como los sitios donde se podrían establecer bases militares extranjeras. La propuesta de una Asamblea Constituyente no se planteó de manera clara ni ilustrada, al igual que el Plan Fénix, que no muestra cifras favorables.
Además, el Gobierno enfrentó cuestionamientos por el manejo del paro nacional y por las explosiones en Guayaquil, que pusieron en duda la efectividad de su lucha contra el crimen, así como por la deuda desvanecida de la Exportadora Bananera Noboa con el Servicio de Rentas Internas (SRI). Con todo ello, el “No” logró transmitir un mensaje claro y coherente: ¡No más improvisación, no más contradicciones!
¿Ante lo ocurrido, qué debe hacer el Gobierno? El régimen debe “tomar un baño de humildad y desechar la prepotencia”. Es necesario volver a la ciudadanía para comprender qué requiere, pues el pronunciamiento en las urnas constituye un llamado de atención. Asimismo, es importante buscar la reconciliación nacional, reducir la confrontación política y respetar a las autoridades electas sin importar su procedencia política.
En esta consulta se repitió lo ocurrido en procesos anteriores: una gran parte de la ciudadanía, creyendo castigar al Presidente votando “No”, terminó castigándose a sí misma frente a propuestas que podrían haber ayudado a combatir la violencia. Esta decisión no dañó a un Presidente; dañó al país entero. ¡No entendemos que las urnas no son un espacio para desquitarse, sino para pensar con responsabilidad y defender el futuro de nuestra nación! (O)





