En debate por falencias de servicios que nos afecta y que deben ser solucionados pronto y responsablemente por el Ministerio de Salud y el Seguro Social , sin embargo nos desvían de causas primarias del sufrimiento y la enfermedad, que es parte de la vida de las personas y comunidades en donde se producen y reproducen todas las alteraciones biológicas como: bocio, tuberculosis, el VIH, COVID y sus derivados, malaria, dengue o las consecuentes de las toxinas por picaduras de culebras o similares, obesidad, HTA o Diabetes tipo dos, alcoholismo, etc. Que no es difícil observar en donde se ubican los altos indicadores de estas dolencias, a quienes afectan y en donde los enfermos buscan tratamiento.
Solo por subsistir en ciertos sectores del país nos condicionan a presentar padecimientos en mayor grado. Sabemos que las enfermedades infecciosas se ubican en poblaciones que no tienen agua potable, alcantarillado, con mal manejo de desechos, ambientes contaminados, etc., en circulo vicioso de mayor pobreza. Aquí están los desnutridos de toda la vida. Solo obtengamos una media aritmética de peso y talla de niños/as en una parroquia rural de Cuenca y comparemos con la media de una población de la ciudad y aun entre estas con barrios marginados, en edades similares y veremos claramente una desigualdad epidemiológica.
En el Cantón Cuenca saludamos la iniciativa municipal de construir 3 hospitales ubicados en las parroquias rurales más pobladas, que constituye un hito para la atención médica de quienes no acceden a servicios públicos en decadencia y peor a privados por precio, siguiendo el modelo del actual hospital municipal. Una reflexión a las autoridades cantonales. Se debería pronto relacionarse con una red de servicios de primer nivel en los vecindarios en donde se originan las patologías y que constituye una oportunidad para aprovechar a la red hospitalaria, con menos costos. Es un reto igual de importante el asumir un rol protagónico desde las juntas parroquiales, para incidir en la calidad de vida de la población, con la participación de la comunidad como su mayor potencial de cuidado a la salud. (O)





