En el marco del proceso de Beatificación y Canonización del padre Carlos Crespi Croci, sacerdote salesiano, se realizaron entre el 9 y el 14, y del 20 al 23 de julio de 2025, una serie de actos litúrgicos y canónicos que incluyeron la exhumación, traslado, reconocimiento canónico y tratamiento conservativo de sus restos mortales. Estos ahora reposan de forma definitiva en el Santuario de María Auxiliadora, en Cuenca.
Las diligencias se desarrollaron con base en la autorización otorgada por el Dicasterio para la Causa de los Santos, que el 24 de noviembre de 2024 emitió el «Nihil Obstat», permitiendo avanzar con esta fase del proceso. Desde Roma viajaron el Postulador General de las Causas de los Santos de la Familia Salesiana, padre Pierluigi Cameroni, y el diácono Luciano Griggio, técnico conservador, quienes acompañaron y supervisaron el procedimiento.
La exhumación del ataúd del padre Crespi se llevó a cabo el 9 de julio de 2025 en el Cementerio Patrimonial de Cuenca, en presencia del tribunal eclesiástico designado por el arzobispo de Cuenca, monseñor Marcos Aurelio Pérez Caicedo, además de representantes de la comunidad salesiana y de la Comisión Pro Beatificación. Sus restos fueron posteriormente trasladados al Santuario María Auxiliadora.
El 10 de julio se inició formalmente el proceso de reconocimiento canónico y tratamiento conservativo, a cargo de un tribunal conformado por autoridades eclesiásticas y peritos técnicos. La secretaria de la Comisión, Angélica Almeida, fue responsable de documentar todo el proceso conforme a las exigencias canónicas.
Finalmente, el 23 de julio se celebró la sesión de clausura del procedimiento, encabezada por monseñor Pérez. Luego de la firma del acta oficial, los restos del padre Crespi fueron colocados en un nuevo ataúd, que será depositado en una urna especialmente construida en su honor, dentro del Santuario María Auxiliadora. (I)
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