Incendios forestales aumentan en Azuay por transición a temporada seca

Durante el último fin de semana se reportaron incendios forestales en Cuenca, Santa Isabel y Sígsig, lo que coincide con la ausencia de lluvias y niveles elevados de radiación solar.

Este clima corresponde a la etapa de transición hacia la temporada seca, caracterizada por el aumento de las temperaturas, la reducción de las precipitaciones y condiciones propicias para la propagación del fuego.

El Cuerpo de Bomberos de Santa Isabel informó que un incendio se registró en el sector conocido como Balcón Chabelo. Aunque las llamas se expandieron rápidamente por la sequedad de la vegetación, el fuego fue controlado a tiempo.

Los bomberos debieron combatir el incendio manualmente en varios sectores debido a que la topografía del terreno impidió el ingreso de vehículos en algunos espacios.

En Sígsig, uno de estos flagelos se presentó en Purundel, una zona montañosa con abundante paja y arbustos secos. El trabajo se complicó por la pendiente y los fuertes vientos que aceleraron la propagación del fuego.

Un tercer incendio ocurrió en Cuenca y afectó la zona cercana al Área Nacional de Recreación Quimsacocha, un espacio protegido de aproximadamente 3.217 hectáreas, establecido en 2012.

Clima favorables para incendios forestales

Karla Fajardo, ingeniera en medio ambiente, explicó que el Austro atraviesa un periodo de transición climática hacia la temporada seca, un ciclo que se repite anualmente.

Advirtió que este contexto requiere atención y prevención, pues la vegetación seca, sumada a la radiación solar intensa, crea un escenario ideal para el desarrollo del fuego, lo que mantiene en alerta a autoridades y comunidades.
“Además del calor y la falta de lluvias, el viento juega un papel crucial, avivando las llamas y dispersando focos de incendio. La acumulación de material seco también incrementa considerablemente el riesgo”, señaló.

Incendios forestales provocados

Por su parte, Patricio Cáceres, ingeniero ambiental, señaló que la mayoría de los incendios son provocados por la acción humana, ya sea por quemas agrícolas fuera de control, fogatas mal apagadas o colillas de cigarrillos.

Recomendó evitar las quemas al aire libre, abstenerse de encender fogatas en zonas no autorizadas y no arrojar basura o vidrios en áreas naturales como medidas esenciales para prevenir incendios.

También instó a la población a reportar de inmediato cualquier indicio de humo o fuego. “La prevención depende del compromiso ciudadano y de la responsabilidad en el manejo de los espacios rurales”, enfatizó.

Los servicios de emergencia permanecen en estado de alerta ante el incremento del riesgo y hacen un llamado a la comunidad para tomar precauciones y evitar quemas.

En Azuay

En Azuay, el análisis de los últimos 13 años muestra una variabilidad en la frecuencia de incendios, aunque los últimos tres han registrado un aumento significativo.

Durante 2024, la provincia sufrió la pérdida de grandes extensiones de cobertura vegetal, con incendios que incluso pusieron en peligro áreas protegidas como el Parque Nacional Cajas (PNC).

Solo el año pasado se quemaron 15.835 hectáreas, la cifra más alta registrada desde 2010, según datos de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR).

A nivel nacional, Azuay se posicionó en 2024 como la segunda provincia con mayor territorio afectado por incendios, con 41.910 hectáreas dañadas, superada únicamente por Loja, que contabilizó 84.443.

De esta cifra, 1.280 hectáreas se perdieron en el cantón Cuenca durante el último año. Los incendios también destruyeron hábitats vitales para aves, mamíferos, reptiles y otras especies de la región.

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