
Desde que se graduó en 2002, Gladys Caivinagua no ha tenido suerte para ejercer su profesión de economista. En estos años ha entregado más de un centenar de carpetas con su hoja de vida, pero sin lograr conseguir un empleo.
Aún recuerda el día que obtuvo su título en la Universidad de Cuenca, fruto de varios años de esfuerzo y dedicación. Entonces, Gladys tenía 25 años y estaba llena de ilusiones, ansiosa por poner en práctica sus conocimientos.
Presentaba sus carpetas en distintas empresas, tanto públicas como privadas, soportando todo tipo de tratos, buenos y malos. Acudía a las entrevistas de trabajo escuchando la misma respuesta: “la llamaremos pronto”.
En el 2017 fue la última vez que presentó su carpeta para aspirar a un cargo en el sector público, luego de haber colaborado en la campaña electoral del expresidente Lenin Moreno. Sin embargo, pese a los ofrecimientos que le hicieron, nunca fue tomada en cuenta.
Fue entonces cuando sus padres, preocupados por la situación de su hija, le propusieron emprender junto a ellos en una pequeña cafetería ubicada en los pasillos de la terminal terrestre de Cuenca.
Desde entonces, han pasado 8 años dedicados a este trabajo, que le ha permitido apoyar a su esposo en los gastos del hogar. Pese a las dificultades, Gladys no pierde la esperanza de algún día ejercer su profesión, aunque reconoce que necesitaría actualizar sus conocimientos y capacitarse nuevamente.
Al igual que ella, muchos otros profesionales tampoco han encontrado una oportunidad para ejercer en sus especialidades. Han tenido que emprender o dedicarse a otros oficios.
Es el caso de Andrés González, ingeniero ambiental, graduado hace seis años en la Universidad de Cuenca. Entregó su carpeta en varios lugares, pero las ofertas que recibía apenas alcanzaban el sueldo básico, una compensación que no refleja sus años de esfuerzo y preparación.

Por la necesidad de salir adelante, Andrés decidió emprender hace dos años con una lubricadora, que poco a poco se transformó en un local de mantenimiento preventivo de vehículos. Aprovechó los conocimientos que había adquirido de su familia dedicada desde hace años a este oficio.
Aspira a consolidar su negocio en manos de personas de confianza, para así poder retomar la búsqueda de un empleo en su área profesional y cumplir la meta que se propuso años atrás.
Algo similar enfrenta karla Granda, quien, a pesar de contar con dos títulos universitarios, dos maestrías y pronto un doctorado, no logra conseguir empleo en su profesión vinculada a las artes escénicas.
La joven de 24 años no pudo acceder a un puesto como docente universitaria porque sus maestrías, obtenidas en el extranjero, tardan en ser reconocidas en el Ecuador. Además, para trabajar en escuelas y colegios le exigen dos años de experiencia, un requisito que no puede cumplir si no le dan la oportunidad de comenzar.
Cifras de desempleo y subempleo
Estas historias evidencian que la falta de empleo también afecta a los profesionales, sin importar los títulos que hayan obtenido. Según el último informe del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), este año las cifras de desempleo y subempleo registran leves cambios, pero no son significativos.
En enero el desempleo registró una tasa 3,8 %, en mayo alcanzó el 4,1 %, y en agosto 3,6 %. Mientras que, el subempleo, estuvo en enero en el 20,6 %, en mayo en 20,9 %, y en agosto en 19,4 %.
De acuerdo con Carlos Cordero, analista económico, las cifras de desempleo están igual que en los últimos tres años, considerando que en la pandemia de la COVID 19 se alcanzó el 5,6 %.
Estos números reflejan que la economía en general no está generando nuevos puestos de empleo. “No hay crecimiento de la actividad económica, ni de la producción”, comenta Cordero. (I)
Empleo decayó en los últimos 10 años
“El empleo adecuado ha decaído en los últimos diez años, comparando el 2015 con el 2025”. Eso explica Luis Tobar, director de la Carrera de Economía en la Universidad Politécnica Salesiana (UPS), tras analizar cifras del INEC.
En agosto de 2015 se registraron 3.494.965 personas con empleo adecuado a diferencia de 2025 con 3.138.567. Esto significa que 356.398 se quedaron desempleados.
En lo que respecta a este año, asegura que existe un ligero incremento, ya que en agosto de 2024 se registró 2.956.130 personas con empleo adecuado y en agosto de 2025 subió a 3.138.567.
Sin embargo, Tobar está preocupado por la situación del sector rural donde sigue disminuyendo el empleo. Las cifras reflejan que en agosto de 2024 había 541.653 personas con empleo adecuado, mientras en agosto de 2025 constan 498.043. (I)
DETALLES
– Según analistas económicos, las cifras de desempleo se mantienen igual en los últimos tres años.
– Los jóvenes profesionales se quejan porque en los trabajos les exigen experiencia para desempeñar los cargos.
– Otro problema es la edad para muchos profesionales que intentan acceder a puestos en sus especialidades.
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