Las luces navideñas iluminan y llenan de alegría las noches del barrio El Dorado, ubicado en el corazón de Totoracocha. Este año, sus vecinos decidieron adornar la mayor cantidad posible de balcones y fachadas de sus viviendas y participar activamente en la tradicional novena, motivados por la nueva directiva y el deseo de fortalecer la unidad comunitaria en busca del bienestar común.
El sector es amplio y ocupa una especie de cuadrante delimitado por las avenidas Yanahurco y González Súarez, así como por las calles Iñaquito y Río Upano. A diario, muchas personas recorren sus calles y escalinatas como paso hacia otro barrio emblemático de la zona, el tradicional Banco de la Vivienda.
Al ingresar por la calle Río Malacatos, los visitantes se encuentran con las primeras viviendas decoradas con luces y motivos navideños. Figuras de renos, Papá Noel, estrellas y otros elementos recrean escenas inspiradas en reconocidas películas navideñas, reflejando la forma en que se celebran estas fiestas en Norteamérica y varios países del continente europeo.
Edwin Sánchez, un joven con gran ímpetu por dejar en alto el nombre del barrio El Dorado, preside la directiva. Señala que la idea de organizar un concurso de balcones navideños superó las expectativas, ya que más de 60 del centenar de casas del sector se sumaron con entusiasmo a la iniciativa.
Ahora, el jurado calificador que deliberará hoy tendrá una difícil decisión, pues todos los vecinos se esmeraron en adornar sus casas. Algunos quizás invirtieron más que otros, pero todos compartieron el mismo propósito: transmitir un mensaje de paz y confraternidad.
Novena por Navidad
En el centro de la cancha deportiva del barrio, los vecinos improvisaron una pequeña capilla para colocar la imagen del Niño Jesús. Allí, dos jóvenes del sector, Lorena Nugra y Carlos Calle, representaron a María y José, respectivamente, aportando realismo y solemnidad al acto de devoción de los moradores.
Entre los vecinos, Marthita Saquicela, de 80 años, se destaca como una de las principales protagonistas de la novena. Ella, junto a otra vecina, recibió en 1988 la imagen del Niño Jesús, símbolo de unión y fe para toda la comunidad.
Marthita recuerda cada una de las celebraciones navideñas realizadas desde hace 37 años; sin embargo, esta la emociona más por el singular y colorido decorado conjunto de las viviendas del barrio. Entre los asistentes a la novena también estuvo María Lucero, una dulce ancianita de 101 años, quien llegó acompañada de sus familiares. Con evidente alegría, observaba a los niños entonar villancicos tradicionales propios de la temporada navideña.
María, oriunda del sector Virgen de Bronce, participó en casi todas las noches de la novena, pese a lo delicado que resulta hacerlo a su avanzada edad. Se la veía sentada, abrigada con un chale o cobija para protegerse del frío.
De esta manera, entre fiesta y tradición, y convirtiéndose en un ejemplo para otros barrios, El Dorado se abre a la ciudad para festejar una de las festividades más hermosas del año. -(I)
- El barrio se ubica en el sector Totoracocha, limita con el Banco de la Vivienda.
- En el lugar vive gran cantidad de personas, quienes se dedican a distintas actividades laborales.
- Los vecinos piden el apoyo del Municipio para construir una casa comunal, pues carecen de un espacio adecuado.
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