La Municipalidad avanza en reformas puntuales al Plan de Desarrollo y Ordenamiento Territorial (PDOT) y al Plan de Uso y Gestión de Suelo (PUGS) enfocadas en la zona rural del cantón Cuenca.
Las modificaciones se concentran en el fraccionamiento de terrenos por herencia, la revisión de los lotes mínimos para que se ajusten a la realidad de cada zona y ajustes en la aplicación de las contribuciones por obras de beneficio general.
Carlos Orellana, director de la Comisión de Gestión Ambiental (CGA), señaló que las modificaciones responden a pedidos reiterados de las parroquias rurales.
Lote mínimo
Según explicó, uno de los ejes principales es el lote mínimo.
“Este es uno de los temas más importantes porque permite proyectar a Cuenca con una visión de largo plazo, y en este punto siempre ha existido un reclamo de la ruralidad. En muchos casos no se consideró la realidad actual, por eso era necesario revisar los lotes mínimos”, afirmó.
Orellana detalló que este proceso se desarrolla con sustento técnico y que para ello se elaboró una metodología junto con la Universidad de Cuenca.
“Se ha trabajado con rigurosidad técnica. Esta metodología ya se implementó en Llacao y ahora se aplica en una parroquia más grande como El Valle”, explicó.
Indicó que el análisis se realiza parroquia por parroquia, revisando el territorio y los planes de intervención urbanística.
“El Valle, por su extensión y población, permitirá pulir la metodología para luego avanzar paulatinamente al resto de parroquias rurales”, agregó.
El compromiso de la administración municipal es que, hasta mediados del próximo año, el tema de los lotes mínimos quede resuelto en las 21 parroquias rurales del cantón.
Sin embargo, las autoridades reconocen que esta medida no agota los problemas del territorio.
El lote mínimo, por sí solo, no responde a todas las tensiones que enfrenta la ruralidad, por lo que el debate se extiende a otros aspectos estructurales, como la provisión de infraestructura, el estado y proyección de la red vial y la planificación de nuevas áreas de asentamiento, en un contexto de crecimiento de la ciudad.
Además, no todas las parroquias enfrentan las mismas dinámicas.
Sectores como Baños, El Valle, Ricaurte o San Joaquín, por ejemplo, ya forman parte del continuo urbano de la ciudad.
Fraccionamiento de terrenos
Otro de los cambios planteados es la habilitación de una norma excepcional para el fraccionamiento de terrenos cuando se trate de herederos.
Orellana reconoció que la normativa actual ha generado dificultades.
“Hoy hay mucha gente que no puede dividir sus terrenos porque no cumplen con los lotes mínimos, lo que impide resolver situaciones hereditarias”, señaló.
La propuesta permitirá fraccionar predios pequeños siempre que cumplan condiciones básicas de planificación.
“Se exigirá que el lote tenga un frente mínimo de 6,50 metros, planificación vial y condiciones adecuadas para construir”, precisó.
Dentro de esta reforma también se plantea retomar la figura de donación de padres a hijos.
“Antes esta posibilidad estaba vigente y era muy importante para la ruralidad, donde es común que las familias vivan alrededor de los padres”, sostuvo el funcionario.
Contribuciones por obras de beneficio general
En cuanto a las contribuciones por obras de beneficio general, Orellana indicó que cerca del 20 % de los predios rurales las pagan actualmente.
“Hay sectores en la ruralidad que son muy pobres, pero también haciendas, grandes quintas y equipamientos educativos que sí pueden pagar”, manifestó.
En ese sentido, recalcó que se mantiene el principio de equidad. “La justicia es aplicar un principio básico de la administración pública: quien más tiene, más paga, y quien menos tiene, no paga o queda exonerado”, afirmó.
Avalúos
Asimismo, recomendó a los propietarios rurales revisar sus avalúos. Si un ciudadano considera que su predio está mal valorado, puede acercarse a Avalúos y Catastros, llenar la ficha y solicitar la actualización antes de cancelar.
Este proceso se ha realizado de manera regular.
Sobre la socialización, Orellana informó que se han realizado talleres en las 21 parroquias rurales.
“Hemos trabajado con técnicos, gobiernos parroquiales y vecinos. En Llacao ya se concluyó la propuesta, mientras que en El Valle el proceso continúa”, dijo.
Finalmente, aclaró que el PDOT y el PUGS están vigentes y que las acciones actuales corresponden a ajustes específicos.
“La ordenanza ya fue aprobada y publicada en el Registro Oficial; lo que estamos haciendo son reformas puntuales a una norma vigente, conforme la ciudad avanza y se identifican problemas”, concluyó. (I)
Más noticias:











