El voto es una herramienta fundamental para elegir a nuestros representantes según nuestros intereses y demandas. Sin embargo, los resultados pueden variar significativamente dependiendo de si el voto es informado o afectivo.
El voto informado se basa en la investigación y el conocimiento de los candidatos y sus ofertas de campaña. Se basa en elegir a los líderes más competentes que promuevan políticas públicas que beneficien a la mayoría. Ademas el voto informado reduce el impacto de la desinformación.
El voto afectivo se basa en emociones y sentimientos personales hacia un candidato o partido político. A menudo este tipo de voto puede conducir al votante a decisiones impulsivas y no fundamentadas. Además es inducido a la desinformación y a las noticias falsas.
El voto informado es fundamental para una democracia saludable. Nos permite elegir de forma consciente, mientras votar por afectos y desafectos conduce a votar impulsivamente, a riesgo de decidir de forma equivocada. No boten el voto. (O)