
Extrañar a Cuenca cuando se está lejos es sentir una mezcla de nostalgia, orgullo y deseos de volver. Así se les escucha decir a aquellos cuencanos que migraron y que al día de hoy están radicados en el extranjero, en ciudades como Nueva York u otras del orbe.
La historia, cultura y tradiciones, los sabores son cosas que no se olvidan a la distancia y de las que siempre están atentos a través de las redes sociales y plataformas tecnológicas que los tienen al día de lo que pasa en la ciudad donde vieron la luz primera.
“Se están perdiendo una Cuenca viva, que despierta cada día con más fuerza y que necesita de sus hijos para seguir brillando”, es el mensaje que Miguel Urgilés, presidente del Frente Turístico del Azuay, envía a los coterráneos en el exterior.
“Los esperamos con una chicha en la mano y una historia lista para ser compartida”.
Urgilés es más que un gestor turístico, es un defensor de la cultura morlaca. Para él, emprender actualmente en Cuenca es respetar una herencia de antepasados. “No es solo vender un producto; es honrar siglos de historia, rescatar técnicas ancestrales e interpretar lo propio con creatividad”, afirma.
Su museo gastronómico es un espacio donde se cocinan memorias: platos como el cuy, la chicha de jora, el mote pata y los dulces de Corpus no solo se sirven, sino que transmiten identidad.
Son parte de una experiencia que educa, emociona y conecta al visitante con la esencia cuencana. “No improvisamos, buscamos autenticidad”, recalca. “Aquí, el turismo nace del corazón cultural de nuestra gente”.
Estrategia de desarrollo turístico

La ciudad apunta a ser un destino a nivel internacional y tiene sobra de méritos con rincones como el Centro Histórico rodeado de iglesias y plazas como la de Las Flores.
Esta visión se alinea con la estrategia de desarrollo turístico que lidera la Fundación Municipal Turismo para Cuenca. Su directora, Lorena Guillén, afirma que la ciudad ha superado la visión de patrimonio como museo inerte.
“Aquí el patrimonio no solo se contempla, se saborea”, dice. Cuenca apuesta por un turismo sensorial, integrador y con sentido territorial, donde los barrios, parroquias y mercados son grandes protagonistas.
Para Guillén, conservar no significa congelar: “La historia debe dialogar con el presente”. Así, el Centro Histórico mantiene su esencia, mientras parroquias rurales como Quingeo, Llacao o San Joaquín ofrecen vivencias que complementan la experiencia del visitante.
“No queremos turistas que solo miren. Queremos que cocinen, caminen, conversen”.
En ese contexto, la ciudad, considerada una de las más seguras del país, se proyecta como la capital culinaria del Ecuador y de Latinoamérica. Y en esta apuesta, los migrantes juegan un rol gravitante.
“Son nuestros embajadores. Desde fuera recomiendan su ciudad, impulsan negocios locales y mantienen el vínculo emocional con Cuenca”, señala Guillén. Para quienes llegan de metrópolis como Nueva York, Cuenca ofrece tiempo lento y vínculos reales.
Turismo con identidad y sostenibilidad

El Tranvía es un moderno sistema de transporte que se constituye en los últimos años como uno de los atractivos que tiene la Atenas del Ecuador.
De su lado, Esteban Segarra, coordinador zonal 6 del Ministerio de Turismo, destaca que las políticas públicas se han amalgamado con la realidad local para fortalecer un turismo con identidad y sostenibilidad.
“Trabajamos con gremios, academia y sector privado para promover experiencias auténticas, simplificar normativas y fortalecer la gobernanza compartida”, explica.
Gracias al trabajo con los Gobiernos Autónomos Descentralizados, la descentralización ha avanzado en cantones como Gualaceo, Chordeleg y San Fernando.
Segarra también destaca el Reglamento de Centros de Turismo Comunitario, que permite formalizar emprendimientos rurales con beneficios como la exoneración del impuesto a la renta por siete años.
Programas como Emprende Turismo han impulsado iniciativas locales, y el respaldo a las artesanas de paja toquilla ha sido clave para integrar sus saberes en testimonios vivos.
“El Estado cumple un rol facilitador, brindando capacitación, financiamiento y visibilidad a pequeños y medianos actores turísticos”, añade.
Cuenca, asegura Segarra, tiene el potencial de liderar un modelo de turismo regenerativo, basado en su ciudadanía activa, su identidad cultural y su red académica. En 2025 será sede de
AdventureNEXT, evento clave para el turismo de aventura responsable en América Latina.
Además, la inclusión y la equidad forman parte del nuevo modelo turístico. Iniciativas como
Turismo Violeta y la certificación de espacios seguros para la niñez en Azuay y Cañar reflejan el compromiso con un turismo más justo y diverso.
Así, Cuenca no solo es un destino más, es una ciudad que evoluciona que se proyecta al mundo, una tierra que tiende la mesa, ofrece lo mejor de sí y siempre tiene reservado el mejor lugar para quien regresa.
Pasado proyecta al futuro
Con una visión integral, José Luis Correa, representante del sector hotelero de Cuenca, reflexiona que la hoja de ruta del turismo en la ciudad es clara: una apuesta por la diversidad, la sostenibilidad y la articulación público-privada.
Lejos de encasillarse en un solo perfil, opina que Cuenca se proyecta como un destino gastronómico, cultural y de eventos, con la mira puesta en visitantes que valoran experiencias auténticas y de calidad.
Correa señala que, además del turismo de placer, el segmento MICE (reuniones, incentivos, congresos y eventos) representa una oportunidad estratégica.
Alianzas con sector público y privado
Las alianzas con sectores como el transporte, guías turísticos, alimentación y, en especial, el sistema cooperativo financiero, han permitido impulsar el turismo rural mediante rutas definidas y proyectos conjuntos con la Fundación Municipal de Turismo y el Gobierno Provincial del Azuay.
Reconoce que Cuenca aún no cuenta con un modelo de turismo sostenible propio, aunque se avanza en la actualización del plan estratégico. A nivel de infraestructura, asegura que la ciudad está preparada, pero requiere con urgencia un centro de convenciones que consolide su posicionamiento internacional.
Correa les dice a los migrantes cuencanos en EE. UU.: “Gracias por su sacrificio. Cuenca los espera con oportunidades para invertir, crecer y devolver algo a la tierra que los vio nacer”. (I)
Datos de interés
- Cuenca se proyecta como la capital culinaria de Ecuador y Latinoamérica, apostando por un turismo que conecta cultura, sabores y territorio, con una conservación activa que dialoga con el presente.
- Los migrantes cuencanos son embajadores clave, apoyando con remesas y promoviendo negocios locales, fortaleciendo la oferta turística y manteniendo un vínculo vivo con su ciudad desde el exterior.
- El Ministerio de Turismo impulsa un turismo sostenible y rural en Cuenca, facilitando la formalización de emprendimientos, apoyando a artesanas y promoviendo un modelo regenerativo con enfoque de género y diversidad.