Levantarse por la mañana y saber que se acabó el Socialismo del Siglo XXI no tiene precio. Todos quienes lo apoyaron y se beneficiaron de él en su momento tendrán que rendir cuentas, tarde o temprano, ante la justicia, incluyendo la gallada cuencana que participó efusivamente de la década robada y que recibió un buen billete por besar el suelo que pisaba Correa. Y ojo, no es odio, es memoria.
Esta es la tercera derrota del correato. Un fracaso lapidario. Esta vez perdió con más diferencia que en las elecciones del 2021 y 2023. Mientras que los alcaldes correístas de las tres ciudades principales han reconocido la victoria de Noboa, Luisa González chilla que le robaron las elecciones. O perdió por su ignorancia supina, o porque hizo fraude en febrero. “Las dos Polito, las dos”…
Los resultados del domingo reafirmaron el poder restrictivo que el correísmo impuso en la primera vuelta con la foto obligatoria del voto. Espero que la Rana René jamás vuelva a aspirar a un cargo público. Ha demostrado con creces que solo es apta para servir café. Los delincuentes de la Liga Azul se sabotearon con sus audios y chats, y por ello, no tienen absolutamente nada que reclamar. El prófugo seguirá siendo prófugo hasta que la justicia de EE.UU. le reclame por sus vínculos fehacientes con los carteles del narcotráfico. La frase de Fernando Villavicencio resultó profética: “El correísmo nunca volverá. Rafael Correa nunca volverá a la García Moreno, a Carondelet”.
Hoy comienza una nueva era. Noboa tiene cuatro años para demostrarle al país que es capaz de lograr un verdadero cambio. Después de la jornada electoral del domingo, sólo cabe agradecer a quienes hicieron posible que el correato, finalmente, se convierta en un cadáver político. Mil gracias a los adultos mayores que a pesar de sus enfermedades y dificultades para trasladarse a los recintos electorales, hicieron gala de su patriotismo; al igual que los jóvenes que, aconsejados por sus abuelos, votaron en contra de las huestes del correísmo.
No puedo dejar de opinar sobre el espectáculo que montó el prefecto Lloret despilfarrando alrededor de USD 15.000 de nuestros impuestos en una banda que vejó al presidente e incitó a la violencia con sus canciones. En lugar de trabajar por el Azuay, sigue órdenes de Bélgica. A mí me daría vergüenza…
“El fraude más antiguo es la creencia de que la izquierda política es el partido de los pobres y los oprimidos”. Thomas Sowell (Nov 5, 2004) economista norteamericano. (O)