El movimiento Pachakutik pierda fuerza y le queda poco capital político

En 2021, el movimiento Pachakutik se consolidó como la segunda fuerza política del país, con 27 asambleístas y la presidencia de la Asamblea Nacional. Cuatro años después, el movimiento atraviesa una profunda divi- sión interna que lo aleja de los principios que alguna vez lo unieron.

¿Puede un movimiento político perder un millón de votos en apenas cuatro años? La respuesta es sí, y el caso de Pachakutik lo demuestra con cifras. Un vistazo a los resultados electorales de 2021 y 2025 revela una caída estrepitosa que ha dejado cicatrices en el Movimiento de Unidad Plurinacional.

Leonidas Iza, su último candidato presidencial, evita usar adjetivos para describir el momento que vive la organización. Pero los números son claros: el debilitamiento es evidente.

Yaku Pérez y desvinculación del movimiento Pachakutik

En 2021, bajo la candidatura de Yaku Pérez, el movimiento Pachakutik alcanzó su techo electoral: un 19,39 % de los
votos presidenciales. Además, colocó 27 asambleístas, convirtiéndose en la segunda bancada legislativa.

Su discurso centrado en el ambientalismo, los derechos humanos y la defensa de la diversidad tenía eco nacional. Ese mismo año, logró aliarse con el Gobierno de Guillermo Lasso para obtener la presidencia de la Asamblea con Guadalupe Llori.

¿Fue ese el principio del declive? “No. Cada quiedebe hacerse responsable de sus actos. Nuestras bases siempre han estado sólidas”, responde Iza. Pero el impulso se diluyó rápidamente.

En 2023, Pachakutik obtuvo solo cinco curules. Y aunque en el inicio del actual periodo legislativo recuperó algo de terreno con nueve asambleístas, la fractura volvió a evidenciarse: cinco de ellos
se acercaron al movimiento oficialista Acción Democrática Nacional (ADN), lo que profundizó
la percepción de desorganización interna.

Leonidas Iza

La candidatura presidencial de Iza en 2025 apenas logró un 5,25 % de respaldo. Paralelamente, figuras
emblemáticas del movimiento comenzaron a alejarse. Yaku Pérez se distanció tras no encabezar una candidatura unificada. Su enfrentamiento con Iza agudizó las divisiones internas.

Otros como Mario Ruiz, Salvador Quishpe y Mireya Pazmiño fueron expulsados o se autoexcluyeron. El
movimiento se fragmentó en al menos tres corrientes.

La unidad que alguna vez caracterizó a Pachakutik se convirtió en un rompecabezas. A la crisis interna se
sumaron escándalos de corrupción. Uno de los más recordados fue el de la asambleísta Rosa Cerda, cuya frase “robar, pero robar bien” —según ella sacada de contexto— le costó el respaldo del movimiento.

Otro caso fue el de Mario Ruiz, vinculado a un presunto cobro de diezmos, aunque él siempre negó las acusaciones.

Asamblea Nacional

Durante las votaciones más polémicas en la Asamblea, la bancada de Pachakutik mostraba una postura dividida. Algunos legisladores se alineaban con el correísmo, otros se oponían frontalmente y
algunos más preferían declararse independientes.

En las elecciones más recientes, esa fragmentación se reflejó en las urnas. Provincias comoresultados negativos. Incluso en Cotopaxi, su bastión histórico, el movimiento apenas logró un 29,36 %: 14 puntos menos que en 2021.

Repetición de una historia en la nueva Asamblea

Antes incluso de que inicien formalmente sus funciones, los nueve nuevos legisladores del movimiento Pachakutik
ya mostraban fisuras. Cinco rompieron filas y se reunieron con representantes del Gobierno de Daniel Noboa para sellar acuerdos legislativos.

La dirigencia del movimiento reaccionó de inmediato. Iza y su círculo más cercano marcaron distancia
con Noboa y mostraron una tibia simpatía por la excandidata presidencial Luisa González.

Desde entonces, el tono del movimiento se radicalizó: advirtieron que quienes apoyen proyectos polémicos del Gobierno serán expulsados. Así se resolvió en la última asamblea interna. (I)

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