
La producción petrolera del país pasó en ocho días de 369.591 barriles de petróleo diarios (bpd), a 89.348 bpd, registrado este 8 de julio del 2025, lo que equivale a un descenso de 76 %; este es el resultado de la paralización de los dos oleoductos que tiene el país, debido a la situación climática en la Amazonía.
Tanto el Oleoducto de Crudos Pesados (OCP), como el Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE), suspendieron el traslado de petróleo desde el 1 de julio del 2025, como medida preventiva, para evitar que el avance súbito de la erosión regresiva del río Loco rompa las tuberías y provoque un derrame de crudo.
Producto de las intensas lluvias, la carretera, el puente y la montaña cedieron, llevándose la mesa de la vía a la altura de la parroquia Gonzalo Díaz de Pineda, en el cantón El Chaco, provincia de Napo; las tuberías de los oleoductos no se rompieron, pero estuvieron cerca de hacerlo.
El OCP y Petroecuador anunciaron la construcción de bypass que les permitan continuar con el traslado del petróleo, mientras, las válvulas se cerraron, provocando la caída de la producción y de la exportación del crudo.
Un reinicio temporal
El lunes 7 de julio del 2025, a las 08:26, el OCP retomó el transporte de crudo, después de finalizar las pruebas técnicas en la variante construida en el kilómetro 100.
Pero, el mismo día en la tarde, a pocas horas de que el OCP retomó el bombeo, lo suspendió nuevamente, ante un nuevo avance de la erosión del río Loco, esta vez 200 metros al norte del primer derrumbe; las tuberías de los oleoductos quedaron en el aire, según fotografías compartidas en redes sociales.
La OCP nuevamente informó sobre la suspensión temporal del bombeo de crudo, como medida preventiva, con el objetivo de anticiparse a posibles riesgos operacionales.
Además, se inició la construcción de una nueva variante, que permitirá restablecer el transporte de crudo con seguridad y en el menor tiempo posible, cumpliendo los más altos estándares de protección ambiental, según informó la empresa pública.
Mientras, el lunes 7 de julio Petroecuador anunció que inició las pruebas para retomar el funcionamiento del SOTE, pero, hasta el 8 de julio no lo había hecho, tampoco se informó si el nuevo derrumbe también afectó a esta tubería, ni si se construirá una nueva variante, ni cuando se reiniciar el bombeo de crudo.
Declaratoria de fuerza mayor
Junto con la producción de crudo, también cayeron las exportaciones de petróleo, lo que desencadenó en que el país incumpla sus obligaciones con los compradores extranjeros; para evitar demandas o quejas, se declaró la fuerza mayor.
La fuerza mayor es una figura legal que permite a Petroecuador, la empresa estatal de petróleo, suspender temporalmente sus obligaciones contractuales de entrega de crudo, protegiéndola de penalizaciones por incumplimiento.
Las exportaciones de petróleo ecuatoriano siguen siendo un motor clave para la economía nacional. En el primer trimestre del año actual, Petroecuador colocó en el mercado internacional 28 millones de barriles de crudo Oriente y Napo, alcanzando 1.814 millones de dólares de ingresos por ventas.
Una variante definitiva que no se construye
Desde el 2020, cuando inició la erosión regresiva del río Coca, se anunció la construcción de una nueva variante definitiva del SOTE y del Poliducto (transporta combustible), que estará en el lado derecho del río Quijos, es decir, lejos de la falla natural; sin embargo, hasta el momento no se la concreta por los costos, se requieren 200 millones de dólares.
Javier Suárez, experto energético, señaló que en el SOTE en este tiempo se han hecho siete variantes construidas directamente como desvíos para proteger ese oleoducto, esta semana se construyó la octava.
Además, se construyeron dos bypass (desviaciones temporales) y dos pasos elevados (puentes-conductos) para elevar la tubería en zonas críticas.
En el caso del OCP, se han hecho al menos 5 variantes oficiales (1 definitiva + 4 temporales).
Darío Dávalos, editor del semanario Energía al Día, informó que en 2024 se presentó un estudio técnico en el que se identificaron tres alternativas para la construcción de la variante definitiva del SOTE; pero este 2025 se iniciaron nuevos estudios, sin que se conozca por qué no se ejecutó ninguno de los proyectos iniciales.
Apagón petrolero
Mientras, el país corre el riesgo de caer en “un apagón petrolero”, pues la producción cae estrepitosamente, entre el 7 y el 8 de julio del 2025 pasó de 116.912 bpd a 89.348 bpd.
“Con un promedio de disminución de 33 mil barriles de petróleo por día, desde el 2 de julio. De mantenerse esta situación, en 2,7 días el total de pozos petroleros serían apagados”, anticipó Dávalos.