
Entre el 2024 y el 2025 dejaron la educación privada y pasaron a otro tipo de sostenimiento (fiscal, fiscomisional o municipal) 38.731 estudiantes, según datos del Ministerio de Educación.
Este número toma relevancia si se considera que entre 2019 y 2024, 70 mil estudiantes adoptaron la misma medida; es decir, en apenas un año las instituciones particulares perdieron más de la mitad de los alumnos que se fueron en cinco años.
El Ministerio de Educación informó que de este total de estudiantes que dejaron de matricularse en la educación privada, 29.977 pertenecen al régimen Costa y 8.754 al Sierra y Amazonía.
En cuanto al sostenimiento al que migraron los alumnos de colegios privados, 34.658 pasaron una institución fiscal, 3.939 se inscribieron a una escuela fiscomisional (subsidiada por el Estado) y 134 se matricularon en un colegio municipal.
Cabe recalcar que, en este número, para el régimen Sierra – Amazonia solo están contabilizados los cambios en matrícula ordinaria, por lo que la cantidad se puede incrementar, ya que las matrículas extraordinarias terminaron recién el 4 de septiembre del 2025.
Las razones de la migración
En declaraciones dadas en el marco de la inauguración del año lectivo 2024 – 2025, para el régimen Sierra – Amazonía, la ministra de Educación, Alegría Crespo, afirmó que el cambio de tipo de educación se debe principalmente a que los padres ahora confían en la educación pública.
Pero, el estudio denominado Educación en Cifras: Panorama Financiero de las Instituciones Educativas en Latinoamérica, que la organización Mattilda hizo en México, Colombia y Ecuador, determinó que el 50 % de los estudiantes que se retiran de la educación privada lo hacen por falta de recursos económicos.
Un 22 % que cambia de tipo de educación lo hace por modificación de residencia o vivienda, el resto corresponde a causas internas como conflictos familiares o académicos; además de temas relacionados con la violencia.
Como consecuencia, el 24% de los colegios particulares reportó una disminución en el número de estudiantes y un 29% reporta no tener un aumento.
Actualmente, más del 60% de las instituciones privadas opera por debajo del 75% de su capacidad instalada, afectando su sostenibilidad financiera.
¿Es mejor la educación pública?
En la última Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA), realizada en Ecuador en 2018, se determinó que los alumnos de menor nivel socioeconómico tienen bajos desempeños y poca probabilidad de mejorarlos.
En lectura, los estudiantes que asistían a colegios privados obtuvieron 63 puntos más que sus pares de escuelas públicas, lo que se traduce en dos años de escolaridad de diferencia.
Además, en Ecuador la brecha en lectura, entre escuelas privadas y públicas, es una de las más altas de la región (36 puntos).
El 60 % de los estudiantes que asisten a colegios públicos tienen bajos desempeños en lectura, comparado con el 27 % de los colegios privados.
En matemática y ciencia, la diferencia en puntaje entre escuelas privadas y públicas es menor, aunque siguen siendo significativa, alcanzando 28 y 26 puntos de distancia entre los dos tipos de educación.
El 25 % de la población evaluada por PISA en Ecuador estaban asistiendo a colegios privados.
Valoración de los docentes
Mariana Rivera, directora de la Escuela de Ciencias de la Educación UIDE, recalcó que los resultados de las evaluaciones internacionales son un reflejo del nivel de inversión en la educación en el país, por lo tanto, “no se puede asegurar que la educación pública ha mejorado, cuando los presupuestos se han bajado”.
La reducción de la inversión lleva a que los estudiantes no estén en lugares adecuados, en cuanto a infraestructura, pero, sobre todo, a que los docentes no reciban la valoración necesaria.
“Los docentes son quienes desarrollan los procesos educativos, si queremos que los estudiantes se sientan cautivados por aquello que estamos proponiendo, necesitamos más recursos, necesitamos capacitarlos, pero los docentes de la educación pública difícilmente cuentan con una economía que les permita especializarse en temas como el uso de tecnologías”, explicó la experta.