
Se cumplen 10 días del inició el paro nacional y la provincia de Imbabura se ha convirtió en el epicentro de las protestas y también de los bloqueos, nadie sale y nadie entra, lo cual ha desencadenado en escasez de alimentos, productos de primera necesidad, medicinas y combustibles; para solucionar esto, el Gobierno ha recurrido al ingreso de convoyes denominados “humanitarios”, que incluso han estado liderados por el presidente Daniel Noboa.
Según información proporcionada por el Ministerio del Interior, hasta el momento el Gobierno ha logrado ingresar cuatro convoyes a Imbabura, en dos de estos, de acuerdo con datos entregados por la Secretaría General de Comunicación de la Presidencia de la República, participó directamente el primer mandatario, en uno incluso se hizo acompañar de miembros del cuerpo diplomático acreditado en el país.
Noboa ingresó en dos convoyes que se dirigieron a Otavalo y a Ibarra; en uno, que se movilizó en la madrugada del lunes 29 de septiembre, le acompañó el nuncio apostólico (representante del Vaticano en el país), Andrés Carrascosa; la embajadora de la Unión Europea, Yekaterina Doródnova; y el embajador de Italia, Giovani Davoli.
También lo acompañaron los ministros del Interior, Defensa y Gobierno: Giancarlo Loffredo, John Reimberg y Zaida Rovira, respectivamente.
Ataque al convoy
Los vehículos militares fueron atacados por manifestantes, quienes les lanzaron bombas molotov y piedras, en lo que el primer mandatario denominó como una emboscada; en su cuenta de X el presidente presentó los daños causados, los vidrios de los automotores estaban rotos.
El embajador de Italia confirmó, en declaraciones posteriores, que el ataque buscaba “infligir el máximo daño posible” a los integrantes del convoy, aunque “afortunadamente”, no se registraron heridos.
“Es muy preocupante. Hay mucho maltrato, hay mucho vandalismo y pensamos en todas las personas sencillas que sufren por eso; porque no pueden trabajar y llevar sus negocios adelante. Como embajadores pensamos que las protestas son legítimas, pero tiene que ser en el marco de la ley y sin violencia”, afirmó Davoli.
Esta versión fue corroborada por la embajadora de la Unión Europea en Ecuador, quien recalcó que el convoy fue atacado con piedras y se encontraron bloqueos y troncos en las vías, «rechazamos todo tipo de violencia”, aseguró.
Convoyes no son humanitarios
Organizaciones de trabajadores presentaron ante la Corte Constitucional (CC) un amicus curiae, para pedir a la entidad que suspenda la aplicación del Decreto Ejecutivo 134, con el que el presidente Noboa estableció el estado de excepción en las provincias con más manifestaciones en contra del Régimen.
Andrés Quishpe, presidente de la Unión Nacional de Educadores (UNE), señaló que esperan que con esta medida la CC le frene al presidente Noboa quien, a través del uso de convoyes, en lugar de alimentos y medicinas, ha ingresado armas y municiones a Imbabura.
“El estado de excepción le ha permitido al presidente justificar supuestos convoy humanitarios, que no son más que convoy militares, donde iba armamento para reprimir las manifestaciones; no iban ni alimentos, ni medicinas. Un convoy humanitario se acompaña con organismos internacionales como la Cruz Roja, no con balas”, señaló Quishpe.
Para Luis Pozo, presidente del Frente Unitario de Trabajadores (FUT), el contingente militar que el Gobierno ha empleado en el traslado de convoyes a Imbabura debería direccionarse a combatir la inseguridad en el país.
“Por qué los militares no actúan así en contra de la delincuencia organizada, por qué como entran a Otavalo no entran a Manta, a Durán, donde están los sicarios; por qué no aplican la misma agresividad con los delincuentes”, recalcó Pozo.
Liberan a uniformados secuestrados
Tras sufrir una emboscada en Cotacachi, un grupo de 12 militares resultaron heridos y 17 más fueron retenidos por los manifestantes, así lo anunció el domingo, a través de su cuenta de X, la ministra de Gobierno, Zaida Rovira.
La noche del lunes 29 de septiembre del 2025 fueron liberados 4 de los 17 militares que permanecían retenidos, los uniformados fueron entregados luego de varios días de supuesta negociación.
Durante la entrega también se recuperó parte del equipo antimotín, armas de dotación y un chaleco; los uniformados habrían relatado que, durante su retención fueron golpeados y despojados de sus uniformes, los cuales fueron quemados. En fotografías que circularon en redes sociales se los apreció visiblemente golpeados.