Maduro quiere llevarse los restos de Sucre, contra su voluntad

En medio de un programa radial en que se manifestó sobre el triunfo del No en la consulta popular en Ecuador, Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, insistió en su deseo de que los restos de Antonio José de Sucre, Mariscal de Ayacucho, sean “rescatados” y llevados a su país natal.

“Hagamos las gestiones para rescatar los restos de Antonio José de Sucre”, le dispuso Maduro a su ministro del Interior, Diosdado Cabello; aunque, hasta el momento, no se ha realizado ninguna gestión oficial para el proceso de repatriación del cuerpo.

Sin embargo, esta idea de Maduro no es nueva, en 2019, cuando se refirió a sus compatriotas que habían migrado a Ecuador y que, según él eran sometidos a actos de xenofobia por parte del expresidente Lenín Moreno, le pidió que “devuelva” los restos de Antonio José de Sucre.

Si el presidente de Ecuador odia tanto a Venezuela, que nos devuelva los restos de Antonio José de Sucre, que reposan en la Catedral de Quito, que nos devuelva”, dijo Maduro hace seis años, en medio de la ovación de sus coidearios.

Su voluntad fue descansar en Quito

Alejandro López, Cronista de la Ciudad de Quito, recalcó que en los archivos de la capital reposa una carta de Antonio José de Sucre, dirigida a José Trinidad Morán, un militar venezolano que tuvo un papel destacado durante las guerras de independencia, a quien le manifestó su deseo de que sus restos descasen en la capital del Ecuador.

“Es una carta de puño y letra de Sucre, en la que manifiesta que deseaba que sus huesos descansen en Ecuador, que se tiren dentro del volcán Pichincha, porque tenía una fijación con este lugar, que fue donde libró una de las batallas más importantes de su vida, se debe respetar su memoria”, dijo el Cronista de Quito.

Una decisión familiar

Para López es importante que también se tenga en cuenta que la única familia que le quedó al Mariscal de Ayacucho fue su hija, que murió a los dos años, y su esposa, la quiteña Mariana de Carcelén y Larrea, la Marquesa de Solanda, quien hizo, hasta lo imposible porque los restos de Antonio José de Sucre se queden en Ecuador.

Antonio José de Sucre murió el 4 de junio de 1830, en Berruecos, en el sur de la actual Colombia; según relató el Cronista de la Ciudad de Quito, su esposa trajo su cuerpo a escondidas, para evitar que sea profanado por sus enemigos.

Los restos de Sucre, inicialmente, fueron llevados a la hacienda del Dean, en el Valle de los Chillos; posteriormente, en la clandestinidad, su esposa los escondió en el altar mayor de la iglesia del Carmen Bajo; mientras, difundió la falsa noticia de que estaban en la iglesia de San Francisco.

A partir del siglo XIX, los países que conformaron la Gran Colombia comenzaron un proceso de reivindicación de sus héroes nacionales e inició la búsqueda de los restos de Sucre, primero, sin éxito, en la iglesia de San Francisco; luego, siguiendo el rastro de su esposa, que continuamente visitaba el Carmen Bajo, dieron con un ataúd.

En 1900, el perito Alejandro Melo, de la Facultad de Medicina de la Universidad Central, analizó los restos encontrados y determinó que pertenecían al Mariscal de Ayacucho, para identificarlos fue clave el tiro en la cabeza, con el que terminaron con su vida.

Voluntad cumplida

Los restos de Antonio José de Sucre descansan desde 1900 en la Catedral Primada de Quito, donde son resguardados por una guardia permanente integrada por Granaderos de Tarqui.

Paúl Vaca, guía de la Catedral, señaló que inicialmente los restos fueron ubicados en la Capilla de las Almas, de la misma iglesia, para luego ser llevados al mausoleo que se construyó en su honor, donde lo acompañan las esculturas de Luis Mideros y los murales de Víctor Mideros.

En este lugar, finalmente, se cumplió con la voluntad de Antonio José de Sucre, aunque de forma simbólica, pues sus restos no fueron arrojados en el interior del Pichincha, pero descansan en un mausoleo realizado en piedra de andesita, que salió de este volcán en el que, el 24 de mayo del 1822, lideró la lucha con la que logró la libertad del Ecuador.

Varios países interesados en los restos

Según Paúl Vaca, guía de la Catedral Primada de Quito, en los 125 años en los que los restos de Antonio José de Sucre reposan en este lugar, el Obispado, que lo administra, ha recibido al menos 13 pedidos para llevárselos, principalmente de Venezuela y Bolivia.

En cuanto al interés de Bolivia, se basa en que el Mariscal de Ayacucho fue presidente de este país entre diciembre de 1825 y agosto de 1828, por lo que incluso la que fue su capital lleva el nombre de Sucre.

Alejandro López, Cronista de la Ciudad de Quito, afirmó que estos intentos por llevarse los restos de Antonio José de Sucre empezaron cuando se comenzaron a crear las repúblicas, pues cada país tiene su historia particular con este héroe, que nació en Venezuela y luchó junto a Simón Bolívar, su compatriota; además, fue presidente de Bolivia; lideró la batalla de Ayacucho, en Perú; y, murió en Colombia.

López señaló que en los archivos de la ciudad reposan documentos que avalan que en 1876 vino a Quito la primera delegación de Venezuela, enviada por su presidente, Gustavo Blanco, con la intención de repatriar los restos de Sucre; otra delegación llegó en 1894; ninguna de las dos tuvo éxito.

“Cada país podría reivindicarlo, fue una figura importante para todo lo que fue la Gran Colombia, pero pesa más su voluntad, que salió de su puño y letra, de que sus restos reposen en Quito”, afirmó el Cronista de la Ciudad.

Andrea Salazar

Andrea Salazar

Periodista multimedia especializada en temas políticos, judiciales, económicos y de migración con enfoque nacional.
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