Tras escuchar a los más de 100 testigos de la Fiscalía y las declaraciones de los 17 militares procesados, el caso Malvinas, que investiga el asesinato de tres adolescentes y un niño, concluyó el 2 de diciembre del 2025 con la etapa de presentación de pruebas y avanza a los alegatos de cierre, con lo que se terminará el juicio y se esperará la sentencia.
La jornada del 2 de diciembre del 2025 terminó con las versiones de tres de los procesados y un policía investigador; entre los acusados, las versiones contradictorias se mantienen, unos aseguran haber presenciado golpes y vejámenes contra los menores, mientras que los otros dicen no haber visto, ni hecho nada.
La audiencia de juicio del caso Malvinas, que investiga la desaparición forzada en manos de 16 militares de Josué e Ismael Arroyo; Nehemías Arboleda y Steven Medina, de entre 11 y 15 años; se instaló el 5 de noviembre del 2025 y lleva desarrollándose desde hace casi un mes; debe concluir antes del 31 de diciembre, cuando caduca la prisión preventiva de los uniformados.
“La familia tiene derecho a saber la verdad”
Cristian Eduardo A. Q. fue el primero en intervenir este 3 de diciembre del 2025 y, al igual que lo han hecho sus cuatro compañeros que colaboran con la justicia, dio una versión de los hechos en la que los adolescentes y el niño recibieron de los otros militares golpes, agresiones, insultos y hasta disparos cerca del cuerpo; además, fueron obligados a desnudarse y así fueron abandonados.
“Voy a hablar porque los familiares tienen derecho a saber lo que pasó esa noche y los días posteriores”, afirmó el militar, tras pedirles disculpas a los padres de los adolescentes y el niño.
Según la versión de Cristian Eduardo A. Q., varios de sus compañeros de patrulla golpearon a los niños y uno en especial se “ensañó con el más pequeño”, tras tropezarse al seguirlos.
“Con este me desquito”, habría señalado el militar tras casi caerse y comenzar a golpear al niño con el arma y luego con una botella, que le arrebató a él. “Tú ni les pegas”, habría señalado antes de quitarle la botella; los golpes se habrían mantenido durante todo el recorrido.
Cristian Eduardo A. Q. señaló que entre sus compañeros había disgusto porque antes de capturar a los menores estaban a punto de retirarse a merendar, tras cumplir una operación junto con personal de la Aduana.
Los señalados
Este 3 de diciembre del 2025 también rindieron versión el subteniente John Henry Z. E., a cargo de la de la patrulla militar, y el teniente coronel Juan Francisco I. M., procesado como cómplice; los dos negaron las versiones de los uniformados que colaboran con la justicia e incluso señalaron que, con sus declaraciones pretenden que se les rebaje la pena.
El subteniente John Henry Z. E., señalado como responsable de la patrulla militar involucrada en los hechos, presentó su versión de los eventos, como la última prueba testimonial del caso.
John Henry Z. E., quien ha sido señalado como el responsable principal de las agresiones a los menores y quien más se habría ensañado con ellos; negó las versiones de sus compañeros que aseguran que esa noche pateó, pisó, les dio correazos, les obligó a desnudarse e incluso les disparó cerca de la cara.
Según John Henry Z. E., los responsables de las agresiones a los menores y su posterior asesinato son los grupos de delincuencia organizada; además desacreditó a sus compañeros que lo señalan como el principal agresor; dijo que han “fabricado” historias para beneficiarse de una reducción de la pena de hasta el 90%.
Por su parte, el teniente coronel Juan Francisco I. M. negó que su intensión, al llevarse las prendas de los menores que encontró quemadas después de la desaparición, haya sido la de ocultar las pruebas del caso.
“Los Águilas” vinculados con el crimen
Si hay algo en lo que coinciden todos los militares procesados por el caso Malvinas, colaboradores con la justicia o no, es que la noche del 8 de diciembre del 2024 dejaron a los niños vivos, en una zona abandonada del cantón Taura.
El policía investigador Edwin Sánchez hizo público su informe sobre lo que esa noche habría sucedido con los menores, una vez que fueron abandonados por los militares, en donde entra Brayan Vicente Alvarado Aguirre, alias “Momo”, quien habría ordenado el asesinado, desde la prisión.
La investigación de Sánchez apunta a que la banda delictiva “Los Águilas”, de la que “Momo” era su cabecilla, participó en la incineración y asesinato de los menores; también mencionó a otros supuestos autores materiales del crimen: Ofelio C.; Ronald A. E., alias «Ruco», primo de Momo; y, Ronald Segundo A. C., alias «Dany», tío de Momo.









