
Los asambleístas Bruno Segovia y Fernando Villavicencio, este viernes brindaron una rueda de prensa en la Cámara de Comercio de Cuenca, donde dieron a conocer los “primeros hallazgos” de la investigación que realizan sobre el proyecto Tranvía de Cuenca, desde su adjudicación, construcción y post ejecución.
Villavicencio, presidente de la Comisión de Fiscalización y Control Político de la Asamblea Nacional, nombró en su intervención a Paúl Granda ante lo cual el ex alcalde de Cuenca, salió al paso en contestación a sus declaraciones.
.- ¿Cuáles son sus impresiones con respecto a las últimas declaraciones que hicieran los asambleístas Bruno Segovia y Fernando Villavicencio, con respecto al Tranvía de Cuenca?
Mi afán, y de quienes en algún momento hemos participado de la administración pública del Municipio de Cuenca, es permanecer atento frente a cualquier afirmación o imprecisión que se pueda presentar por parte de cualquier persona, no se diga en este caso del asambleísta Villavicencio, porque el asambleísta Segovia prácticamente no dijo mayor asunto respecto a nuestra administración.
Es parte de una actitud personal enfrentar los temas, porque cuando uno hace las cosas de manera correcta y transparente, no tiene por qué ocultarse ni no decir nada.
Partiendo de esa predisposición, no solamente en el Municipio de Cuenca sino en todas las instituciones en las que hemos transitado, debo indicar que este proyecto tiene ya cinco informes de Contraloría, dos de ellos que abordan nuestra administración, y en esos informes, si bien hay observaciones, no hay ninguna responsabilidad administrativa, civil ni penal porque las cosas se hicieron de manera correcta.
Los tres últimos informes no abordan nada que tenga que ver con nuestra administración; de lo que nosotros conocemos, hay observaciones, pero eso ya le corresponde a quien se le hizo la auditoria.
Luego, el Tranvía es un proyecto que hoy está funcionando, es un proyecto innovador, es un proyecto ambientalmente compatible, incluso con los objetivos de Naciones Unidas hacia el futuro.
Es, además, un proyecto de transporte público inclusivo que cuando se lo planificó, cumplió con todos los procesos precontractuales y contractuales que determina la Ley ecuatoriana, y aquí es una primera imprecisión del asambleísta.
.- ¿Cómo se realizaron los estudios del Tranvía?
Lamentablemente se dice que solo una empresa, Artelia, fue la que realizó los estudios que supuestamente, señalan, habrían direccionado un contrato con una empresa francesa, y eso no es así.
Hay tres estudios. Voy a hacer referencia a los que se dan en nuestra época: un estudio de prefactibilidad, que realiza el Municipio de Cuenca para considerar como un proyecto para impulsarlo.
Un estudio de factibilidad, que realiza la empresa Artelia, con financiamiento no reembolsable del Gobierno francés, es decir, no es que esta empresa hizo gratuitamente los estudios.
No es así, eso tuvo un costo, aproximadamente 650.000 euros, y a esta empresa obviamente se le pagó con los recursos de la cooperación francesa. Vemos como todos los municipios y gobiernos centrales gestionan recursos de cooperación, Cuenca no es la excepción.
Luego vienen los estudios complementarios o de ingeniería, que son los que, a mayor profundidad, garantizan que el proyecto sea viable técnicamente.
Esos estudios los realiza un consorcio español público con recursos del Gobierno ecuatoriano, del Instituto de Pre inversión, y costaron 3´700.000 dólares.
Esos tres estudios realizados en diferentes momentos y por tres instancias, de ninguna manera, y esa es la segunda imprecisión, direccionan la futura contratación, por dos razones: la primera porque en esos estudios no se dice: contrátese Francia, o contrátese España o China, porque un estudio establece las condiciones técnicas que den viabilidad para ejecución de un proyecto, y en el mundo no hay solo un país que haga tranvías, existen varios.
Una vez que nosotros contábamos con los estudios, lo que nos correspondía era organizar o armar la arquitectura financiera, en otras palabras buscar el financiamiento para el proyecto.
Si había estudios técnicos y no había financiamiento, hasta ahí llegaba el proyecto. Ventajosamente, cuando empezamos a buscar financiamiento, nosotros dirigimos comunicaciones a varias instancias en el mundo, porque había que buscar recursos y tecnología de otros países. En Ecuador no existe constructores de tranvías.
Entonces, fuimos a España; es decir, solicitamos al gobierno español. Por ejemplo, aquí (indica el documento) está una carta al subdirector de política comercial del Ministerio de Comercio e Inversiones de España.
Mandamos cartas a China, España, Francia, Italia, Alemania, creo que llegamos a enviar a República Checa; Rusia…Mandamos al BID e incluso al BIESS.
.- ¿En la carta que usted envía al embajador de Francia, que hace referencia el asambleísta Villavicencio, es verdad que en la respuesta se condiciona que se contrate un consorcio de ese país, a cambio de los 90 millones de euros para el financiamiento del Tranvía?
Todo crédito de gobierno a gobierno establece el condicionamiento de que se use la tecnología del país.
Ahora, eso no quiere decir que nosotros no analizamos opciones, porque, como le dije, hicimos una gestión para buscar recursos.
Quienes muestran interés en otorgar recursos, son tres países: España, que luego desiste, porque estaba en una situación financiera complicada; China, que nos ofrece que seamos parte de la línea de crédito que Ecuador tenía con ese país al 7 u 8 % de interés con 10 años de plazo; y, Francia, que en esa carta que nos contesta nos dice: perfecto, nosotros les podemos dar un crédito concesional, que se da a países en desarrollo, al 0% de interés, cinco años y medio de gracia y a 15 años de plazo adicional, pero con la condición, efectivamente de que utilicen nuestra tecnología.
El Metro de Quito, por ejemplo, tiene múltiple financiamiento, son más de 2 mil millones de dólares de inversión, pero en el Municipio de Quito está la Unión Europea, por lo tanto Francia, España; está Brasil, el BID y varios organismos internacionales, incluso el propio Gobierno Nacional que financia el proyecto. Entonces, es normal salir a buscar fuentes afuera para una estructura o financiamiento de un proyecto cuando no se tiene los recursos suficientes.
Ahora, aquí hay una reflexión: por qué Quito recibe 1.200 millones de dólares del Gobierno Nacional, subsidios, y nadie dice nada, lo que me parece correcto, y Cuenca, cuando recibe 230 millones de dólares, no se para de poner peros al proyecto. ¿Cuenca no tiene derechos?
.- Los asambleístas aseguraron que los fondos para el Tranvía no provienen del Gobierno francés sino de un banco y una empresa privados. ¿Es cierto?
Tercera imprecisión: El convenio de crédito es entre los gobiernos francés y ecuatoriano. No es con el Municipio de Cuenca, porque nosotros no somos Estado.
El Gobierno ecuatoriano firma un convenio con el Ministerio de Finanzas, el Gobierno francés para la transferencia de estos recursos. ¿Usted cree que un banco privado va a prestar al 0 % de interés por más lindo que sea el país o la ciudad? … Imposible.
Que el Gobierno francés instrumentalice la transferencia o la liberación de los recursos a través de un banco de desarrollo, ese es un asunto de la embajada francesa.
.- Siempre se ha cuestionado que el Tranvía de Cuenca nunca fue autosustentable. Hicieron referencia a un estudio inicial que hablaba de 120.000 usuarios diarios, el cual se hizo solamente para justificar el proyecto. ¿En realidad se hizo esta proyección?
Los estudios estiman que el tranvía tendría entre 90.000 y 120.000 viajes diarios. Digo viajes, no pasajeros, porque hay pasajeros que utilizamos dos o tres veces este transporte, entonces se calcula en función de viajes.
Esos estudios parten, además, de una segunda hipótesis que consiste en la integración del sistema, es decir, se establece la necesidad de integrar el transporte público en Cuenca. Esto sucede en todo el mundo, no es ciencia.
La hipótesis es que no exista una línea que compita con el tranvía; que las líneas que vienen de los puntos de origen del sistema: Baños y Ricaurte, lleguen con alimentadores, que entiendo ya se realizará la primera integración; y, que muchas líneas que cruzan transversalmente la ruta tranviaria también vayan alimentado el tranvía.
Esta hipótesis es fundamental porque si se cumple este objetivo se podría superar fácilmente los 60.000 o 70.000 pasajeros, con lo cual no existiría un déficit.
Hay otra imprecisión que se dijo en la rueda de prensa de los asambleístas. Se debe decir, y los expertos así lo dicen, que no hay sistema de transporte público que no sea subsidiado porque es un derecho humano.
.- ¿Qué opinión le merece el costo del Tranvía que superó los 290 millones de dólares?
Esa ya no es una respuesta que yo pueda darla porque en el proyecto original, hasta cuando nosotros estuvimos en la alcaldía, costaba 232 millones.
Si es que no hubiese habido las contingencias y la demora que se presentaron en la construcción, la detención de la obra y los conflictos que las razones sabrán explicar, y todos los contratos que surgieron producto de esas problemáticas, creo que no hubiese habido incremento en el precio. (I)