
Entre las preguntas que el presidente Daniel Noboa ha anticipado que tendrá la próxima consulta popular se encuentra una que, en 2023 el exmandatario, Guillermo Lasso, ya les planteó a los ecuatorianos, pero, sin éxito, pues el 52,82 % de los electores le dijo no a la intención de reducir el número de los asambleístas.
La propuesta de Lasso planteaba una fórmula con la que el número de legisladores se reducía a 121, de los 137 que en ese entonces existían, es decir, había un recorte de 16 asambleístas.
Stalin Andino, secretario jurídico de la Presidencia de la República, explicó que el cambio que actualmente propone Noboa plantea un recorte mucho más drástico, pues de los 151 asambleístas que tiene el país, se pasará a solo 71, es decir, menos de la mitad.
La fórmula que plantea el actual Gobierno establece la elección de 10 asambleístas nacionales, actualmente son 15; a estos se sumará un legislador por provincia y uno adicional por cada 400.000 habitantes.
En cuanto los representantes de los ecuatorianos en el exterior, el número se reducirá a la mitad, actualmente se eligen seis, dos por cada circunscripción, y con el cambio pasarán a ser solo tres.
Asambleístas provinciales
Todas las provincias, sin excepción, se verán mermadas en el número de asambleístas, Guayas, que actualmente tiene 24 legisladores, pasará a tener solo 11; Pichincha tendrá una reducción de 19 a 7 asambleístas; mientras que Azuay pasaría de 6 representantes en la Asamblea, a solo 3.
Sin embargo, el cambio más significativo lo tendrán las provincias medianas, como Cotopaxi, Chimborazo y Tungurahua, que ahora cuentan con 4 y 5 representantes en la Asamblea, pero pasarán a tener solo 1; igual suerte correrán las provincias pequeñas, que se quedarán con solo 1 legislador.
¿Qué pasa con la representación?
El asambleísta Esteban Torres (ADN) resaltó que, con este cambio el Gobierno lo que busca es aplicar los cambios que los ecuatorianos quieren y los ciudadanos consideran que el país tiene un número excesivo de legisladores.
Pero, para Roger Celi, experto en temas legislativos, el reto que este cambio impone es cómo reducir el número de asambleístas, manteniendo la representatividad, es decir, que las personas se sientan representadas con los legisladores que se elijan, no solo a nivel del territorio; pues cree que también se afectará a las minorías.
Es que para Celi, este cambio que propone Noboa va de la mano de otro que recientemente se aprobó en la Asamblea Nacional, la modificación del método de asignación de escaños, se pasó de Webster a D’Hondt, el cual beneficia a las organizaciones políticas grandes.
“Habrá menos posibilidades para las organizaciones políticas locales y para las minorías; lo que se busca es el control político del país, se parece a lo que pasó en El Salvador, es una forma de controlar y reducir la participación política y acaparar el poder”, afirmó el experto.
Blasco Luna, de la Revolución Ciudadana, considera que la propuesta del Gobierno es un distractor, pues ataca al número de legisladores, pero no a la calidad, que es de lo que realmente los ciudadanos están cansados.
“Nosotros no tenemos miedo de que la cantidad se reduzca; pero eso no es lo importante, sino que hay asambleístas que nunca hablan, que vienen a calentar el puesto; en lo que se debe trabajar es en que las provincias escojan bien a sus representantes”, recalcó Luna.
El costo de mantener a la Asamblea
Otto Vera, asambleísta del Partido Social Cristiano (PSC), señaló que su organización política es partidaria de que se reduzca el número de asambleístas, sobre todo por los costos que implican mantener la Asamblea, para el 2025 se estimó un presupuesto de 23 millones de dólares.
Sin embargo, Roger Celi recalcó que este monto significa menos del 1 % del Presupuesto General del Estado; mientras que solo en sueldos de la Función Ejecutiva el país gasta cerca de 10 mil millones de dólares; por lo que, considera que la reducción de asambleístas no significa una disminución importante en el gasto público.
“Si lo que vale es reducir los gastos, sin importar que se minan las posibilidades de representación, entonces mejor que se elimine la Asamblea, así nos ahorramos más, pero nos quedamos sin democracia”, afirmó Celi.