Harmony Orquesta Juvenil: Música, integración y esperanza para niños migrantes en Cuenca

La Harmony Orquesta Juvenil debutó con 28 niños y adolescentes migrantes y locales, mostrando cómo la música abre caminos de inclusión y esperanza.

Un debut lleno de emociones en el Museo Municipal de Arte Moderno (MMAM)

La tarde estaba cargada de emociones y expectativas. En el escenario del Museo Municipal de Arte Moderno (MMAM), se vivía algo más que nervios: era la primera vez que niños y adolescentes de distintas nacionalidades se presentaban en público como parte de la Harmony Orquesta Juvenil, un proyecto musical impulsado por la Fundación GRACE (Give Refugee a Chance) en Cuenca, Ecuador.

Jóvenes talentos que encuentran en la música un lenguaje común


Jóvenes músicos siguen la batuta del profesor Luís Cuvarrubias con entusiasmo. Precisión y entrega en cada interpretación.

Cuando las luces se atenuaron, Kendra Camacho, venezolana de 17 años, dio el primer paso. “Sentí bastantes nervios, había tanta gente…”, recuerda. Pero al tomar el micrófono, su voz se transformó en un puente directo hacia el público.

A su lado, Mandy Quiroz, de 11 años, con raíces sudafricanas, emocionó al público con su solo. Su madre, Chanel, la observaba entre lágrimas: “Practicó todos los días, fue conmovedor verla allí”.

Ámbar Velázquez, de 13 años, encontró en el violín una forma de expresar sus emociones. “En Venezuela no pudo tocar, pero aquí lo logró gracias a la fundación”, dice su madre, María Barreto.

También participó Analiz Villavicencio, de Cuenca, quien destacó el valor de compartir con jóvenes de diversas culturas. “Nos entendemos, aunque usemos palabras distintas”, comenta.

Incluso los más pequeños como Douglas Quiroz, de 9 años, sueñan en grande: “Quiero ser baterista profesional”. La música no solo les brinda arte, sino también amistades, disciplina y confianza.

Música como herramienta de transformación y disciplina


La cátedra de cuerdas pulsadas espera su turno entre el público, guitarra en mano. Su paciencia refleja el compromiso y la ilusión de cada presentación.

Abigaíl Paredes, de 11 años y origen peruano, admite que la música cambió su forma de ver el mundo. “No sabía nada, pero todos aprendimos juntos”, recuerda. Su madre, Inés Ramos, lo resume así: “La música les enseña carácter, disciplina y manejo emocional”.

Karla Sánchez Arismendi, directora de la Fundación GRACE, señala:

“Le das un instrumento a un niño y le quitas un arma de las manos”.

Desde la primera nota, el recital fue más que una presentación: fue el resultado de sacrificios, constancia y sueños compartidos. Familias migrantes, profesores y voluntarios convergieron en un espacio que apuesta por la inclusión, la educación emocional y el arte como herramienta de cambio.

Un proyecto multicultural que une voces, culturas e ilusiones


El público llenó el auditorio para disfrutar del concierto. La música unió a familias, migrantes y vecinos en una sola voz.

El director de la orquesta, Vince La Manna Ruíz, afirma que la música tiene un poder transformador:

“Un niño que hace música ha superado la pobreza material por una riqueza espiritual”.

La orquesta cuenta con la participación activa de Carlos Cabeza (guitarra) y Luis Cuvarrubias (violín), así como de Mariángel Mundaray, directora asistente del coro. Mundaray destaca el desafío de unir voces en distintos idiomas, generando liderazgo y trabajo en equipo.

La Harmony Orquesta Juvenil ensaya dos veces por semana, combinando teoría musical, práctica instrumental y canto coral. Su repertorio incluye piezas como Banaha (África) y adaptaciones en mandarín, en un claro reflejo de diversidad y riqueza cultural.

Fundación GRACE: Más allá de la música


Karla Sánchez (D), directora de la Fundación GRACE informa a la comunidad sobre sus servicios. Un lugar donde todos son escuchados y acogidos.

La Fundación GRACE brinda más que formación musical. También ofrece:

  • Clases de inglés
  • Apoyo escolar
  • Asistencia médica y psicológica gratuita
  • Espacios seguros contra la xenofobia

El proyecto, inspirado en el Sistema de Orquestas Juveniles de Venezuela, busca formar seres humanos empáticos y resilientes, más allá de su desarrollo técnico.

Apoyo internacional y voluntariado que marca la diferencia

Brian Sutton, violinista estadounidense y voluntario, destaca el impacto de involucrarse:

“Empezamos sin recursos y ahora los niños tocan y cantan en coro. Queremos seguir creciendo”.

Gracias al apoyo altruista de voluntarios extranjeros, la orquesta ha logrado avanzar rápidamente, demostrando que con solidaridad y compromiso, la música puede transformar comunidades. (I)

Metas a futuro: una orquesta de 200 niños

El sueño no se detiene. La Fundación GRACE busca:

  • Ampliar la orquesta a 200 niños de diferentes nacionalidades
  • Realizar giras nacionales e internacionales
  • Incorporar más instrumentos, docentes y espacios de ensayo
  • Continuar recibiendo donaciones de instrumentos y apoyo económico

¿Cómo puedes ayudar?


Jóvenes de la Orquesta Juvenil Harmony comparten sonrisas y aprendizajes con Mariángel Mundaray, directora asistente del coro.

Si deseas apoyar el proyecto con instrumentos, voluntariado o donaciones económicas, contacta a la Fundación GRACE:

Noticias relacionadas:

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba