
Girón vivió una jornada intensa, marcada por la devoción, los ritos agrícolas y la fuerza colectiva que caracteriza a la celebración en honor al Señor de Girón, también concedido como el Señor de las Aguas.
El sábado es uno de los días más representativos dentro de las seis semanas que dura esta celebración. En este contexto, la tradicional fiesta del toro, una costumbre transmitida por generaciones, se desarrolló el sábado 11 de octubre de 2025.
Al frente de la organización está el Fiesta Alcalde, cargo que en esta primera semana recae en Ángel Zhiñin y su esposa Rosa Morocho, responsables de conducir los actos religiosos y festivos en la comunidad de Sula.
También están los Incierros Izquierdo y Derecho, priostes menores que también mantienen la fiesta en sus casas, aunque con menos pompa.
Las tres figuras —Fiesta Alcalde e Incierros— conforman la estructura central de la festividad y participan en desfiles, escaramuzas y eucaristías, entre otras actividades.
La llegada del toro
Desde las 03:00, vecinos y devotos comenzaron a reunirse en los alrededores de la casa del Fiesta Alcalde. Más tarde, se sumaron familiares, amigos y representantes de comunidades.
También estuvieron presentes Luis Jarama y Ana Morocho, priostes del año anterior, quienes encabezaron el Albazo, ceremonia que marca el inicio formal del día. Café, pan y un poco de licor circularon entre los asistentes como parte de esta bienvenida ritual.
Como marca la tradición, los allegados del Fiesta Alcalde llevaron toros que fueron entregados al guía mayor.
Juan Tenemea hizo sonar las primeras notas de la chirimía, instrumento de viento que, junto con el redoblante, acompaña todas las celebraciones y procesiones en honor al Señor de Girón.
Además, el cuetero Luis Tenesaca lanzó una descarga de cohetes que marcó el inicio de la persecución del toro.
Los participantes corren detrás de tres toros, a los que deben atrapar únicamente con sus manos. El esfuerzo colectivo es parte del ritual.
En esta ocasión, se sacrificaron dos de los toros. El guía mayor izquierdo realiza un corte transversal en el cuello para extraer la sangre. La primera copa se sirve al Fiesta Alcalde, quien autoriza así a los demás a participar.
Tradición
Según la tradición local, este acto no se concibe como crueldad, sino como una ofrenda al Señor de Girón, vinculada a antiguas prácticas agrícolas y devocionales.
La médula espinal del toro se retira intacta y el epiplón es extraído para utilizarlo en el rebosamiento de los priostes, ceremonia en la que se coloca el espinazo y un pañuelo a los anfitriones como símbolo de su compromiso.
La carne es llevada a la cocina, donde las cocineras comienzan su labor para alimentar a cientos de personas durante la semana.
Mientras tanto, los jóvenes guías arrastran el cuero del toro simulando otra corrida. Este elemento es entregado a los “cuentayos”, personajes encargados de atrapar el cuero y arreglar en un armazón de carrizo al que lo denomina “Vaca Loca”, figura central de las Vísperas





Devoción
El sonido constante de la chirimía, el estruendo de cohetes y las voces de los devotos acompañan toda la jornada.
En torno al Fiesta Alcalde se reúnen platilleras —mujeres que portan macetas decoradas y visten el traje típico gironense—, sahumeriantes, altareros, músicos, artesanos pirotécnicos y comparsas. Todos forman parte de la estructura ritual que sostiene la festividad.
El alcalde de Girón, Cristian Ochoa, recordó que esta celebración se organiza con meses de anticipación. Además, cada semana cuenta con nuevos priostes, muchos de ellos migrantes que regresan desde Estados Unidos para cumplir sus promesas.
“Para ellos no es solo una fiesta, es una forma de mantener el vínculo con su tierra y agradecer al Señor de Girón por la protección en sus viajes y trabajos”, señaló.
Tradición viva
Durante la Colonia, la imagen del Señor de Girón o Señor de las Aguas fue considerada milagrosa por su capacidad de atraer lluvias y proteger los cultivos y ganado. Esa fe permanece intacta.
La fiesta del toro, lejos de ser un espectáculo, conserva su carácter ritual: el sacrificio del animal se entiende como ofrenda; la carne alimenta a la comunidad y los elementos extraídos se integran a otras ceremonias de la semana.
La jornada culminó con música y comida. El Fiesta Alcalde encabezó el baile.
En las seis próximas semanas, las comunidades de Santa Marianita, Wizholoma y Zapata asumirán el priostazgo y continuarán con esta festividad, considerada la más extensa del país. (PNH)-(I)
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