Mauricio Atamaín Antuash pensó en algún momento ser sacerdote. En el proceso sintió que no tenía esa vocación. Al poco tiempo empezó a cumplir uno de sus grandes sueños: viajar y conocer diversos países. Era buen futbolista, un delantero con olfato goleador. Jamás imaginó ser un referente de la lucha olímpica ecuatoriana. Nació en Limón …


