“La democracia necesita una virtud: la confianza…”, solía decir Victoria Camps, magnífica política, catedrática y filósofa española. Y tenía razón. La democracia, delicado puente de cristal que salva el abismo entre la tiranía y el progreso, es un bien que debe cultivarse, respetarse y sobre todo, cuidarse de los voraces apetitos políticos del poder. Y …






