El medicamento que no tomas puede contaminar el ambiente

En Ecuador, miles de hogares suelen conservar en sus botiquines medicamentos vencidos o que ya no utilizan. Esta acumulación representa un riesgo para la salud humana por el uso accidental o inadecuado de estos productos, y al mismo tiempo constituye una amenaza creciente para el ambiente. La práctica común de la mayoría de las familias de desechar medicamentos en la basura o por el inodoro tiene consecuencias que pasan desapercibidas para la mayoría de la población.

Estudios internacionales demuestran que los principios activos de los fármacos pueden llegar a fuentes de agua y suelos cuando no se eliminan de manera adecuada. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), hasta el 90 % de los desechos farmacéuticos generados en hogares de países en desarrollo terminan en vertederos, redes de alcantarillado o cuerpos de agua, afectando ecosistemas y comprometiendo la calidad del agua potable.

En Latinoamérica, un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) advierte sobre la falta de sistemas formales para la recolección y tratamiento de estos desechos. Su presencia en el ambiente incrementa el riesgo de desarrollar bacterias resistentes a los antibióticos, una amenaza reconocida a nivel global. Por ejemplo, estudios realizados en ríos de México han detectado trazas de antibióticos y analgésicos en el agua, lo que evidencia el impacto directo del desecho inadecuado de medicamentos y su contribución al aumento de la resistencia antimicrobiana.

En el caso ecuatoriano, la normativa ambiental ya contempla la necesidad de una gestión diferenciada para los medicamentos caducados, especialmente los que están en percha dentro del sistema de salud, conforme lo establecido por la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (ARCSA). Además, con la reciente implementación de la Responsabilidad Extendida del Productor (REP), desde este año se impulsa el cumplimiento de procesos de disposición final adecuada. En este contexto, uno de los grandes retos es generar conciencia en la ciudadanía sobre la importancia de terminar los tratamientos médicos y evitar prácticas como desechar medicamentos en la basura doméstica, ya que pequeñas acciones pueden prevenir impactos negativos en la salud pública, los ecosistemas y los recursos naturales.

La solución comienza con la educación. Completar a cabalidad los tratamientos médicos según la receta que entrega el doctor, al igual que no automedicarse evita la acumulación innecesaria de medicamentos en el hogar. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), en 2024, el 85,8 % de los hogares en Ecuador desechó los medicamentos junto con el resto de la basura, lo que evidencia un hábito generalizado de manejo inadecuado y por ende la contaminación ambiental. Es fundamental comprender que estos productos no deben ser tratados como desechos domésticos comunes.

Ante esta problemática, desde octubre de 2025 el país contará con Recofarma, el primer sistema colectivo de gestión integral de medicamentos caducados. Esta iniciativa es liderada por la Corporación Ecuatoriana para la Responsabilidad Extendida del Productor (CEREP) y Proyección Futura, y surge tras varios meses de trabajo conjunto con más de 40 laboratorios farmacéuticos, distribuidores y cadenas de farmacias. El objetivo se basa en ofrecer a la ciudadanía un mecanismo seguro, accesible y ambientalmente responsable para el descarte de medicamentos caducados o no utilizados.

“Recofarma es el programa ambiental para que la industria farmacéutica se sume a una iniciativa ambiental eficiente y es una herramienta de educación ambiental para la ciudadanía. Queremos que los padres, las madres, los niños, los jóvenes, los adultos mayores, los profesionales y la sociedad en general comprendan que la salud del ambiente también depende de sus decisiones cotidianas. Tomar tus medicamentos completos y no desecharlos en la basura común es un acto de responsabilidad con el entorno, con nuestra vida y con las futuras generaciones”, afirma Pablo Macías, gerente general.

La implementación de este sistema marca un avance concreto en la gestión de desechos farmacéuticos en el país en el marco de la REP. Pero su efectividad dependerá, en gran medida, del involucramiento activo de los ciudadanos. Tomar conciencia, actuar con responsabilidad y adoptar nuevas prácticas en casa son pasos fundamentales para proteger la salud de todos y del planeta.

CMV

Licenciada en Ciencias de la Información y Comunicación Social y Diplomado en Medio Impresos Experiencia como periodista y editora de suplementos. Es editora digital.

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