Esas no son las formas

Martina Pérez

Rayar la pared exigiendo justicia y visibilizando una realidad social no es la forma de protestar. Pero si se llega a ver grafitis de firmas personales, se debe guardar silencio pues lo que en verdad nos molesta es que las feministas, las histéricas nos muestren nuestro machismo interiorizado y la violencia de género que no queremos ni reconocer. Pedir cámaras para cuidar las piedras es un acto político correcto, exigir justicia no lo es. Romantizar el trabajo infantil y la precarización para luego ostentar y apropiarse de los logros de otras es la nueva forma de ser concejal, entérense. Comentar en redes sociales insultando y desvalorizando la resistencia de mujeres organizadas es el talento de la sociedad que prefiere a las mujeres calladas, sumisas y devotas. Y ¡qué maravilla! El municipio se movilizó en menos de 24h para destruir un altar, pero las 113 puñaladas ni les inmutó. Parece que vivimos en un mundo paralelo, porque NOS ESTÁN MATANDO y el “patrimonio” es lo que importa. Espero el sarcasmo de estas líneas dejen claro que las feministas no somos histéricas ni locas, somos históricas y no queremos que mañana nos falte otra en este Ecuador femicida. (O)