Exigencia sobre urnas

Eliécer Cárdenas E.

Un clásico refrán latino señala que “La mujer de César no solo debe ser honesta, sino también parecer honesta”. Esto se puede traer a colación respecto al “tira y afloja” entre el Consejo Nacional Electoral y uno de los candidatos a la Presidencia de la República, que se considera perjudicado en el conteo oficial de los votos, situación que lleva ya un mes, sin que, hasta el momento de escribir estas líneas, haya podido resolverse.

El hecho de que una candidatura solicite el reconteo de los votos, en sí no es nada anómalo ni exorbitante, ya que la misma ley prevé estos casos y la manera de resolverlos. Sin embargo, con el empecinamiento del CNE a dar paso a la reapertura de las urnas en varias provincias, lo que se ha hecho es, si cabe, incrementar las dudas y la incertidumbre respecto a supuestas irregularidades en el proceso electoral, algo gravísimo, ya que, de no resolverse este interrogante de manera satisfactoria, el país corre el riesgo de que el gobierno que surja de los comicios de febrero pasado, pudiera tener dudas sobre su legitimidad.

Con ello no quiere decirse que haya habido efectivamente aquellas irregularidades denunciadas por un candidato y su agrupación política, sino que la reiterada negativa de la presidenta y Vocales del Consejo Nacional electoral, alimenta precisamente esta suposición en los electores que votaron por aquel aspirante a la primera magistratura. En un caso como el citado, sin duda alguna el camino más expedito para despejar interrogantes hubiera sido que, de inmediato, el organismo máximo de los sufragios proceda aceptar la solicitud del denunciante de un supuesto fraude, y así la ciudadanía tendría claro el panorama.

Por lo tanto, el Consejo Nacional Electoral vuelve a cometer un error, quizá el peor en la ya larga cadena de equivocaciones que se han venido dando en la gestión del proceso electoral del presente año.

La máxima latina citada al inicio de este artículo, señala que no solamente se debe actuar bien y correctamente, sino también ofrecer la impresión de que esos actos han sido transparentes, porque, en caso contrario, las dudas acabarán sobrepasando los hechos, aún en el caso de que, efectivamente, el Consejo Nacional Electoral no tenga nada que ocultar dentro del proceso de escrutinios llevado a cabo en medio de la polémica. (O)