Diálogo de presidentes

Eliécer Cárdenas E.

     

                                                 

_ Señor Lasso, ¿Viene a ver si la mesa está o no servida? Francamente le digo que ya ni siquiera tengo mesa, peor que esté servida, ya que algunos de mis colaboradores “se sirvieron” alegremente los recursos que todavía no se habían llevado.

_ Esta es una visita de cajón, como se dice, Licenciado Lenin Moreno, y no crea que digo lo de cajón porque su gobierno ya se halla en vísperas de ser guardado en el cofre mortuorio.

_ ¿Y sus zapatitos rojos, señor Presidente electo?

_ Verá, es que me salieron muchos callos con esos zapatos color incendio, aunque según mis asesores de campaña, aquel calzado me ganó miles de jóvenes tuiteros y blogueros que usan zapatos de ese color.

_ En buena hora, no se fijan el color de mis zapatos, sino el de mi silla de ruedas. A propósito de dificultades para caminar, ya está medio feo para el país y su imagen en el exterior, que tres mandatarios ecuatorianos seguidos hayamos tenido problemas con nuestras extremidades inferiores. Recuerde, Correa en el tristemente célebre 30 S, andaba con muletas, yo en silla de ruedas y usted con un hermoso bastón.

_ Apreciado Lenin, esta situación creo que se debe a la “mala pata” del Ecuador con sus gobernantes, pero de mi parte espero volver a caminar sin dificultades durante mi mandato, y trepar a las alturas del éxito con mis zapatos rojos, para que los jóvenes no me llamen “viejo, caduco y patuleco”.

_ Pasando a otras cosas, ¿ya tiene integrado su gabinete ministerial?

_ Tengo la lista guardada en caja fuerte del banco de mis desvelos, para que no me la roben. Fíjese que hay mucha gente que se pone de ministro en las redes sociales, para que ojalá yo les tome en cuenta.

_ Por último, quiero darle un consejo de presidente saliente a presidente entrante.

_ ¿Cuál será, amigo Lenin?

_ Que “mienta cada vez” y todas las veces que sean necesarias, porque no hay líder político sin mentiritas piadosas. (O)