Democracia directa

Hugo Darquea López

Recurrir a la democracia directa como opción para  el proyecto gubernamental del Presidente Lasso es la respuesta ante la mayoría opositora que controla la Asamblea y pretende bloquear las iniciativas presidenciales. Consulta Popular y Referéndum, son los medios para definir el proceso y superar la crisis institucional.  Un poco de historia: Los años 70 fueron marcados por dictaduras, para salir de las mismas se acordó un proceso de restauración constitucional.  En el referéndum de 1978 se consultó al  pueblo sobre el texto reformado de la Constitución de 1945 frente al proyecto de una nueva Constitución que aglutinó una mayoría considerable de votos,  así se retornó  al Estado de Derecho,  en los años siguientes se dieron varias reformas que culminaron en la Asamblea Constituyente de 1998 que redactó  el sistema normativo que con notable objetividad y equilibrio institucional reguló al Estado hasta el año 2008, en que por la vía mixta de Asamblea Constituyente y Consulta entró a regir  la Constitución de Montecristi.

Hiperpresidencialismo, Cinco funciones del Estado, 444 artículos y  normas transitorios,  más otros instrumentos jurídicos, marcan  los 10 años de  la dictadura solapada, con su legado de corrupción.

 Hoy tenemos al Gobierno de Guillermo Lasso que  enfrenta esta sombría época de los corruptos que  dicen: “si roban, roben bien”  infamia en el fondo de su grotesca mueca,   así mismo  debe superar la crisis económica y financiera con  una deuda de más de 60 mil millones de dólares como la crisis global de las instituciones, en especial de la Seguridad Social y del sistema de salud, sumados al peso de esa nefasta corrupción que afecta a todos los  ámbitos de la comunidad,  factores que demandan más que nunca un cambio  de raíz y una acendrada cultura de valores,  que deben operar con la participación directa de la sociedad civil para  definir  el nuevo modelo Constitucional del Estado. Entonces la soberanía tiene que ser ejercida en la plenitud del Derecho,  El Presidente tiene la palabra. (O)