La recaudación de impuestos

Bladimir Proaño

Sin duda el Ecuador ha mejorado el sistema de recaudación de impuestos (a la renta, al consumo, etc.). Para esta afirmación basta recordar cómo era la antigua Dirección de Rentas, la calidad de sus instalaciones y la manera de entrega del servicio público; y cómo es hoy, el actual Sistema de Rentas Internas (SRI), una entidad moderna con una infraestructura física y humana que sí responde a los tiempos actuales.

Sin embargo, quienes pagamos impuestos y no podemos eludir y menos evadir, si queremos que aquellos sean bien utilizados. Porque cuando reflexionamos sobre si son o no bien usados nuestros impuestos, no muchos van a coincidir en aseverar que no lo son, que los impuestos al final del día van a parar en un saquillo roto, porque cada vez el Estado requiere de más recursos ya que la recaudación no es suficiente, a pesar de que esta ha crecido de manera importante, siendo que la economía no lo ha hecho en esas mismas dimensiones. Por ejemplo, en 2006 el total recaudado fue de USD 4,522.25 millones, en 2016 USD 12,091,6 millones; y en 2021, USD 13,976, 2 millones.

Es deseable que todos los ecuatorianos, con trabajo formal e informal, paguemos impuestos, que no se haga el menor intento de evadirlo ni eludirlo, entonces no se puede concebir que antes, y pienso que más ahora con la nueva “metodología” del cálculo del impuesto a la renta, se vaya a eludir y evadir más, y esto porque -como lo dije antes- no tenemos la correspondencia de parte del Estado, de que los recursos generados por nuestros impuestos, sean eficientemente utilizados. Cuando se revisa en la página del SRI de personas (profesionales independientes y también dependientes) que tienen un nivel de vida “envidiable”, carros de lujo, casas de primera, etc. pagan hasta la tercera parte de lo que paga un ciudadano (persona dependiente) consciente y solidario. Que seguramente le “duele” la carga tributaria; y que hoy, que ha transcurrido ya el primer mes de la reforma, ve cómo su ingreso disponible (su ingreso después de impuestos) se reduce, y con ello también su capacidad de ahorro; mientras que aquellos no están dispuestos con la solidaridad y contribuir con el pago correspondiente de impuestos. (O)