Secretaría anticorrupción

Marco Carrión Calderón

Al comienzo de su gestión Guillermo Lasso designó una “Comisión anticorrupción” que, como manifestamos muchas personas, estuvo destinada al fracaso. No solamente por haber estado involucrada en áreas de la Fiscalía sino porque no se había hecho nada para limpiar la administración pública de numerosos miembros del correa-morenato incrustados como garrapatas en muchísimas áreas del gobierno ¿Será este un nuevo intento fallido del gobierno actua?

Ciertamente Luis Verdesoto, el recién designado como Secretario Anticorrupción, parece ser un hombre muy honesto y correcto, como se pudo ver mientras en el Consejo Nacional Electoral luchó contra las mañoserías y corrupción liderada por la Señora Atamaint, pero esas cualidades son del todo insuficientes para conseguir erradicar a corrupción en el país.

Creo que nada se podrá hacer mientras   la justicia siga en manos de correístas que han hecho y harán hasta lo imposible para evitar que ellos y “su gente” sean juzgados y llevados a la cárcel u obligados a devolver lo robado. La Fiscal Salazar es una excepción, pero esa institución sigue en las mismas manos que antes. Recordemos que la Contraloría General del Estado, el órgano que según la Constitución es el encargado de velar por el correcto manejo de los dineros y bienes del Estado, ha permanecido en manos de personas tan corruptas como Pólit y Celi, para citar los más destacados.

La impunidad, pieza fundamental en la corrupción, no tiene remedio ¿En qué ha quedado la recuperación de los dineros robados en el caso Odebrecht, de los tres mil millones entregados para la reconstrucción de Manabí y Esmeraldas, de la corrupción enorme en la contratación de la deuda externa liderada por el propio Rafael Correa, de las contrataciones de hidroeléctricas y los negociados de medicinas y de construcciones de unidades médicas, perjuicios al Banco Central por Saab y cómplices nacionales? Faltaría espacio para seguir con la lista de robos cometidos y que no reciben ninguna sanción ni que se haya recuperado el dinero. Ya vemos como sale de prisión Glas, y cómo salió su tío hace algunos meses, sin haber devuelto un solo dólar. (O)