Un baño de cultura general

CON SABOR A MORALEJA Bridget Gibbs Andrade

Escribo estas líneas con un profundo malestar. Es muy pronto para restablecernos de la desazón que el levantamiento indígena causó a lo largo y ancho del Ecuador. Fue algo brutal. Casi cruel. Compatriotas contra compatriotas. ¡Inverosímil! Ni en mis peores pesadillas he vislumbrado un escenario como el de octubre del 2019, y recientemente, en junio, en un país al que antes llamábamos Isla de Paz.

Vicente Albornoz, articulista de diario El Comercio, publicó en el 2011: “Así nos llamaban. Y es porque en realidad éramos una Isla de Paz. En las últimas décadas del siglo XX y en los primeros años de este siglo, el Ecuador, comparado con sus vecinos, era un oasis de tranquilidad. Ya no lo somos”. Y ya no lo somos después de 14 años de desgobierno que nos legó el narcosocialismo del siglo XXI, el que además de asaltar con grosería las arcas fiscales, propició el mayor lavado cerebral de la historia ecuatoriana, causando brechas lacerantes que, lamentablemente, aún siguen latentes.

Unos días antes de que termine el paro indígena, dos “colegas” cuencanos, de pocas luces, maliciosamente publicaron un tuit mío con video incluido en el que utilicé la palabra “indios”, siendo ésta sinónimo de “indígenas” de acuerdo a la RAE y otras fuentes, causando indignación en los que no están enterados de esta acepción. Rubén Montoya, articulista de Diario Expreso, la usó en uno de sus últimos artículos: “Porque los indios han sometido a las instituciones de remedo que tenemos…”.

Osvaldo Hurtado en su libro “Las costumbres de los ecuatorianos”, escribe: “En virtud de que no tuvieron acceso a la educación… particularmente los indios…”. Guayasamín, recalcaba orgulloso: “¡Carajo, yo soy un indio!”. Navegando por la red encontraremos varias definiciones del vocablo “indio”, como ésta: “Indio es un individuo que pertenece a los pueblos originarios de América, como también una forma de denominar a los que pertenecen a la República de la India”. Ángel Guaraca, canta: “Me dicen el indio, eso no es insulto”; y, Jesús Fichamba, interpretó: “Soné que en el alma del indio había cadenas…”. Asimismo, entre las organizaciones indígenas existe la Federación Ecuatoriana de Indios (FEI).

Según los médicos, es recomendable bañarse a diario; y, según los historiadores y literatos, darse un baño de cultura general, de tanto en tanto, no hace mal a nadie. (O)