El Estado federal

Análisis político Marco Salamea Córdova     

A propósito de la propuesta realizada por el líder del Partido Social Cristiano, Jaime Nebot, de convertir al Estado unitario ecuatoriano en un Estado federal, es oportuno analizar los que conceptualmente significa un Estado Federal.

Se trata de una forma de Estado en la cual, a diferencia de la forma de Estado unitario, los Gobiernos locales o subcentrales tienen mayor capacidad para ejercer autoridad sobre determinadas áreas de políticas, especificadas constitucionalmente; aunque sólo el Gobierno central es internacionalmente soberano.

En un Estado federal, entonces, se da una distribución del poder entre el Gobierno central y los Gobiernos subcentrales; anulando la existencia de un único centro de poder con capacidad para imponerse frente a otras unidades institucionales. El Gobierno nacional y los Gobiernos subcentrales conviven sin ningún tipo de subordinación política o legal; una situación que, en todo caso, puede verse relativizada según la lógica que se aplique en la distribución de los recursos y, sobre todo, según la modalidad extractiva de impuestos que el Gobierno nacional presente.

Ejemplos de esta forma de Estado tendríamos en EE.UU., México, Alemania, Austria, Rusia, India, Brasil.

Una característica de estos Estados es la existencia de dos Cámaras Legislativas: una que busca representar a la totalidad del cuerpo político nacional; y, otra que representa a las unidades territoriales subnacionales que forman el Estado Federal. Asimismo, el federalismo puede expresarse en dos modalidades: el congruente, cuando las unidades territoriales locales que lo forman comparten las mismas características sociales y culturales; y, el incongruente, cuando esas unidades presentan características sociales y culturales distintas.

Ahora, el federalismo se presenta como una vía intermedia entre la concentración del poder propia del Estado unitario y la dispersión absoluta del poder propia del Estado confederal.

En el caso de Ecuador, debido al tamaño de su territorio y su debilidad institucional crónica, no resultaría factible la propuesta de Nebot; la misma que parece tener más bien y sobre todo una motivación política y electoral, de cara a las elecciones seccionales de febrero de 2023 especialmente en la provincia del Guayas. (O)