Conciencia

Sebastián Endara

La idea de la conservación de la Naturaleza y del cuidado del ambiente, nos coloca en un punto crucial de la historia. Esta idea, no solo actualiza el mapa político contemporáneo, sino que determinará la continuidad o transformación del sistema capitalista. Bajo esta idea, los “conservadores de la Naturaleza” se han convertido en los nuevos revolucionarios, y sabemos que la historia solo avanza gracias a estos últimos.

Pues bien, en Ecuador estos revolucionarios se llaman Yasunidos, y hace diez años surgieron en oposición al anuncio del presidente, de explotar el Yasuní, (anuncio que terminó destruyendo el endeble piso ético en el cual se sostenía gran parte de su popularidad y su consistencia progresista). Un movimiento nacional enorme, de colectivos e individualidades, la mayoría muy jóvenes, revitalizaron la experiencia política civil, dieron impulso a la participación activa, el trabajo voluntario, el debate público, la formación ciudadana, y la generación de la conciencia ambiental y social; planteó la alternativa de generar una consulta popular que ponga en el debate público aquella decisión unilateral del gobierno, de extraer petróleo de lo que incluso en la actualidad, es una de las zonas más biodiversas del mundo y de invaluable importancia ambiental.

La posibilidad de la consulta que fue impedida y negada durante diez años ahora es una realidad. Que las próximas elecciones los ciudadanos podamos pronunciarnos sobre la explotación de ese santuario ecológico, no solo nos muestra una lección política fundamental, de que la acción ciudadana sí produce cambios sociales, sino que los ejes del debate político contemporáneo han incorporado la reflexión sobre la sostenibilidad ambiental y el cuidado y respeto de la Naturaleza como uno de sus elementos prioritarios. Si hay algo en el contexto de las próximas elecciones de agosto de 2023, es justamente este tema, que definitivamente marca la historia política y social del Ecuador. (O)