La política: sus acciones y sus actores

Eduardo Sánchez Sánchez

Siendo la Política la ciencia que trata del gobierno y la organización de las sociedades humanas, hemos de inferir que su propósito es el bien común de las mayorías, buscar equidad y desarrollo. La sociedad elige a sus gobernantes y de manera indirecta tener influencia en las decisiones que las autoridades electas sepan adoptar en beneficio colectivo. La voz del pueblo es la voz de Dios, cita una máxima popular, pero no siempre el voto acierta con seleccionar al mejor, al capacitado, al estadista, al honesto, al real defensor de los derechos del pueblo, surgiendo los círculos de poder que llevan el agua para su molino y con intereses de grupo que afectan el desarrollo de la nación, manando hasta mafias que se alzan en peso con el futuro del pueblo, el cual mira obnubilado el sainete, el circo, la verborrea, la mezcla del agua y el aceite y el tostado del granizo; todo esto y más antes que el verdadero desarrollo de los sagrados intereses de la sociedad que los eligió y confió en las vacuas ofertas emitidas en las falaciosas campañas de individuos muchas veces carentes de todo, hasta de moral, sin formación académica ni preparación para cumplir con decoro el encargo de sus electores. Es que con las pocas y honrosas excepciones, allí vemos la calificación que obtuvo de parte del mismo pueblo la “famosa asamblea nacional”, el ente rector de la Justicia, esa pesada burocracia que además de centralizar el manejo del País hace de las suyas en macro negociados que afectan y laceran el crecimiento nacional, que lejos de mostrar riqueza se entierra en miseria moral y material, sin carreteros, sin salud, con educación mediocre, con violencia, con desempleo, desnutrición infantil, drogadicción, deserción estudiantil, alcoholismo, trabajo infantil, mientras los políticos se llenan la boca con planes y falsas expectativas, porque los sobreprecios, el reparto y la impunidad están a la orden del día. (O)