En carrera hacia la transformación digital

Cuenca se ha caracterizado por integrar a sus diferentes actores sociales en el impulso de iniciativas para el beneficio de la ciudad.  La lucha por la descentralización y la autonomía, la vialidad o la defensa del presupuesto, son ejemplos de cómo la integración pública, académica, industrial, comercial, son posibles cuando hay generosidad y liderazgo.

Un caso reciente es el que impulsa la Universidad de Cuenca hacia la transformación digital que conduce a un nuevo paradigma en educación superior; como ha sido muy bien leído por sus autoridades, estos esfuerzos no pueden conducirse en solitario.  Hablar de transformación digital requiere compromisos de sociedad, porque el desafío es compartido ante la inminente condición que deben enfrentar las organizaciones públicas o privadas.  Por ejemplo, la experiencia del grupo Graiman, que fue compartida en un reciente panel convocado por la Universidad, da muestra de los esfuerzos que desde el sector industrial se requieren para, no solo automatizar procesos sino incluso adoptar prácticas distintas ante problemas que cuestionan las bases mismas de tradiciones de gestión.  El desafío para la Municipalidad de Cuenca no es muy diferente.  El alcalde de Cuenca, Cristian Zamora, expuso en el mismo panel cómo un solo trámite, el de obtener el permiso de eventos, requiere al menos 12 pasos distintos; su simplificación, que por fin se estaba logrando, había tomado dos meses de esfuerzo.  A veces la voluntad política no alcanza cuando la cultura digital requiere refuerzos.  Las personas son clave en la transformación digital que se vuelve inminente como acto de supervivencia.

Gustavo Piedrahita, experto en planificación estratégica y transformación digital para educación superior, mencionó en el evento organizado por la Universidad de Cuenca que la visión de gestión de cambio requiere alinear las voluntades y en ello coincide la Rectora María Augusta Hermida, quien, además, insistió que los nuevos paradigmas que dejó la pandemia deben ser abordados desde la transformación digital.  No sólo se trata de procesos académicos rediseñados en un software más, sino de pensar en estudiantes con nuevos resultados educativos, con formación diversa, crítica y preparados para la complejidad que este escenario obliga. 

Inspira escuchar estas reflexiones desde la misma Cuenca que años atrás se dio tiempo para pensar nuevos paradigmas para proteger el medio ambiente, para proponer la descentralización, para ser ejemplo de gestión pública y hoy, gracias a estas iniciativas, estar a la vanguardia en la conversación sobre Transformación Digital.  (O)