Lecciones para ETAPA

Lo ocurrido este jueves en Rayoloma, sector rural de Cuenca, debe tomarse como señal de alerta respecto de cómo están las tuberías, aun los tanques de almacenamiento, de los sistemas de agua potable.

Hacía muchos años, en Guzho una filtración de agua, asumida al principio simplemente como eso, destruyó varias viviendas en pocas semanas.

Se agrietaron las tuberías soterradas para abastecer de agua proveniente de un sistema comunitario.

Casos similares y de diferente magnitud siempre han ocurrido. Y cuando suceden no faltan los compromisos, verbales los más, de revisar tuberías, cambiarlas, y hasta de reubicarlas si por la saturación del terreno es necesario.

Ahora en Rayoloma, a causa de los daños en la tubería de ingreso a un tanque de grandes dimensiones el agua afectó seis viviendas cuyos ocupantes fueron evacuados, a más de otros daños colaterales. Varias de ellas quedarán inhabitables.

Unos 2.900 domicilios se quedaron sin el servicio de agua potable, si bien ETAPA EP los abastece por otros medios.

Esta empresa emprendió de inmediato las tareas de limpieza de los accesorios de la red de distribución y conducción; igual la reparación de la tubería afectada, evacuando antes toda el agua de la reserva.

Ante semejantes daños vale la respuesta inmediata. Así se ha procedido. Los trabajos tomarán su tiempo. Resolver los problemas de las casas afectadas también es imperativo. Los perjudicados exigen reparación. Están en su derecho de plantearlo.

La Municipalidad, ETAPA EP en especial, deben aprender de estas lecciones. No está por demás hacer evaluaciones permanentes de los diversos sistemas de agua potable construidos en las zonas rurales, tuberías de distribución, sobre todo la calidad de los materiales.

El mantenimiento es esencial. Prevenir. Estas particularidades son necesarias si, como lo sostiene la empresa, plantas potabilizadoras como la de El Cebollar funcionan emitiendo alertas. (O)