La emigración de niños

La emigración está llegando a límites deshumanizantes.

La crónica de El Mercurio difundida este lunes 11 de noviembre de 2023 es reveladora, además de estremecedora.

En estos dos últimos meses, agentes fronterizos de los Estados Unidos han encontrado a niños solos, vistiendo camisetas estampadas con fotografías, direcciones y números telefónicos de aquel país, el sueño apetecido por miles y miles de emigrantes.

Con seguridad, sus familiares están en los Estados Unidos, y esperan por sus hijos, casi todos menores de edad.

Y, cuándo no, parte de esos niños encontrados en tales condiciones es del Ecuador. Sus identidades están en poder de la Cancillería.

Sólo en octubre de este año, 324 niños fueron hallados sin sus padres en la zona fronteriza norteamericana: estados de California, Arizona, Nuevo México y Texas.

Son sacados del país con documentos falsos o alterados y en complicidad con algunas notarías.

En varios casos, sus padres no han firmado la autorización de salida del país, pero consta en los documentos adulterados.

Aquel es un asunto grave, motivo de investigación fiscal de oficio, y hasta de la Judicatura.

Los “coyoteros” ofrecen entregar a los niños a las patrullas fronterizas, les concedan asilo, y luego se reencuentren con sus padres.

Sin embargo, según abogados expertos en asuntos migratorios, ese ofrecimiento, además inseguro es altamente peligroso.

Tan riesgosa aventura migratoria cuesta 22 mil dólares por cada niño.

Es entendible la necesidad de reunificar a la familia, pero no deja de ser una irresponsabilidad de los padres confiar la vida de sus hijos a los traficantes de personas, más aún porque las zonas donde los abandonan son peligrosas por el clima, animales bandas delictivas.

Bajo estas consideraciones, el Departamento estadounidense de Salud y Servicios Humanos pide a los padres no someter a sus hijos a ese peligroso periplo.

La posibilidad de ser autorizados para, en condición de asilados, quedarse en ese país, es remota.