Pago de impuestos

Las Municipalidades y el Gobierno Nacional comienzan 2024 urgidos por recursos económicos.

Los contribuyentes de predios urbanos y rurales, desde este 1 de enero comenzaron a pagar estos tributos; igual por tasas y contribuciones.

En el caso de Cuenca, lo hicieron con una mala noticia, si bien ya anticipada: se acabó los descuentos aplicados por pronto pago correspondientes a la contribución especial de mejoras u “obras de beneficio general”.

Así lo dispuso la Contraloría General del Estado, exigiendo, además, recuperar los descuentos aplicados entre 2018 y 2022.

El descuento, asimismo por pronto pago, se aplicará únicamente para los predios.

Entre las obras de beneficio general, en este año se cobrará por dos: de un distribuidor de tráfico vehicular y de las ciclovías, estás últimas ni siquiera subutilizadas, si el objetivo fue, loable por cierto, considerarlas como parte de la movilidad, uno de los graves problemas de la ciudad.

Durante 2024, por aquellos conceptos la Municipalidad prevé recaudar 81 millones de dólares, un monto importante dentro del presupuesto institucional, cuyas inversiones privilegiarán la seguridad, la movilidad y la salud.

Los contribuyentes, como suelen decir, aspiran al buen manejo de los recursos, en especial en obras y servicios de calidad.

Corresponde a la administración estar a la altura de esas exigencias.

Del otro lado, el Gobierno, cuya caja fiscal está casi en soletas, pide a las empresas privadas el pago anticipado del Impuesto a la Renta como medida emergente para aliviar el apremio. De acuerdo a la ley, deberían hacerlo en abril próximo.

También acudió a préstamos temporales en la CFN y Tame.  Es decir: abre un hueco para tapar otro.

Y allí surge la paradoja: el Gobierno, pobre de recursos y cada vez con menos ingresos, adeuda más de mil millones de dólares a las Municipalidades, como a otras entidades.

Capear semejante temporal económico se vuelve tarea titánica.