New York, un destino turístico para vivirlo

Karina Elizabeth López Pino La pasión por escribir

El Times Square es el espacio preciso para las producciones musicales y artísticas de grupos internacionales.
El Times Square es el espacio preciso para las producciones musicales y artísticas de grupos internacionales.

Ciudad cosmopolita que nunca duerme.  Su arquitectura, el entorno, el arte, la moda, la gastronomía y su gente  invitan a descubrirla una y otra vez.

Estados Unidos de América es un país tan grande que para conocerlo es necesario planificar muchos viajes. New York ha sido el destino laboral y de residencia de muchos inmigrantes, pero también de los turistas. Grave error sería no recorrer la ciudad que nunca duerme y que exhibe una arquitectura impresionante para la vista de cualquier ser humano.

New York es un estado altamente comercial y turístico de allí que ciudadanos del mundo, tiktokeros, influencers y artistas llegan para recorrerlo, disfrutarlo y hacerse muchas fotografías, aunque también puede ser altamente estresante por la cantidad de gente caminando en las avenidas y un tráfico que pareciera no tener miedo a nada, ni a nadie.

El Times Square está ubicado en una intersección de las avenidas ubicadas en Manhattan brilla con la luz y derroche creativo de las publicidades que sobresalen de los grandes edificios. Tomarse fotografías en estas transitadas avenidas es la forma de poseer -por segundos- a la ciudad de las cosas extravagantes y del ruido.

Manhattan es una ciudad para vivirla en la noche, tiene magia y vida propia. Se la puede recorrer en buses turísticos ($54 adultos y $45 niños), en bicicletas con cobertura para tres pasajeros ($30 cada uno), caminando o en bicicleta, todo dependerá del gusto y de la economía del turista.

A minutos del Times Square se encuentra St. Patricks Cathedral Basilica un referente de la arquitectura neogótica más grande de América del norte que vale la pena observar a detalle, está ubicada en las calles Prince y Houston del barrio NoLlta de New York; se recomienda visitarla antes de las 6 de la tarde.

Una caminata por el High Line Elevated Park

Hacer uso del bus o bicicleta puede ayudar a optimizar el tiempo y conocer más de la ciudad de las luces, sin embargo, caminar es un placer que vale la pena. Gracias al GPS, la tecnología y la numeración de las avenidas es fácil llegar a los lugares turísticos como el High Line Elevated Park ubicado al oeste de Manhattan en la Gansevoort Street y la calle 34.

Este parque con más de dos kilómetros de longitud fue inaugurado en su primera fase en el 2009 y es uno de los atractivos naturales más hermosos ya que fue construido sobre una antigua línea del ferrocarril de Nueva York. Y lo más interesante con entrada libre.

Si continúa caminando podrá observar el humo que sale de las calles, a consecuencia de los trenes subterráneos. Luego, el vestuario de la gente haciendo filas para ingresar a las discotecas le sorprenderá, hay estilos y gustos muy elegantes como extravagantes.

Los edificios de las marcas comerciales conocidas a nivel mundial le atraparán. Pretenderá comprar todo y luego, razonará que no todo puede traer consigo por el peso de la maleta. Además, recuerde que los outlets podrían ser mucho más amigables con su bolsillo.

Chelsea Market, un lugar mágico

Sin darse cuenta la caminata le dará el placer de ubicarlo en la puerta de ingreso del Chelsea Market, un lugar mágico, antiguo, variado y muy bien decorado. Tiene dos puertas de ingreso y visitarlo tomará un largo tiempo y disfrutarlo en familia o con amigos. Ocupa una manzana completa de los barrios Chelsea y Meatpacking District, entre las calles 15 y 16 y las avenidas 9 y 10. Lo conocí en temporada de otoño por eso es que su decoración estaba volcada en la temática de Halloween.

Este lugar es todo un misterio para recorrer, si ingresa por la parte moderna se encontrará con tiendas externas de ropa con el último grito de la moda y en su interior, una tienda romántica de flores cuyos colores, olores y texturas hacen de este lugar un sueño.

Pero si el GPS le llevó a la otra puerta evidenciará la antigüedad del lugar cuyos aromas de las comidas del mundo le llamarán a probar más de un platillo culinario.

En el Chelsea Market la comida en sí, tiene un toque diferente. Las verduras son mucho más verdes y apetecibles, en vez de papas fritas puede saborear una hamburguesa con una buena porción de vainitas al vapor. Y ni hablar de los helados que son una delicia.

Antigüedades y tecnología

No faltará el deseo de mirar a detalle la decoración que tiene cosas antiguas como llaves de agua, pinturas, asientos de piedra, tecnología, innovación, memoria y tradición. El edificio donde se ubica el Chelsea Market es antiguo y literalmente uno esta debajo de la ciudad andando, recorriendo, mirando cada tienda, restaurante, pasillo, batería sanitaria, etcétera, muy bien restaurados y conservados.

Como dato curioso hay que resaltar que la decoración de cada temporada es un deleite para el turista que además vibra al saber que en ese lugar se originaron las famosas galletas “oreo”, entonces algo de esa magia está presente en este lugar que debe ser un destino a visitar. La entrada no tiene costo, pero hay que chequear en línea para ir en horarios donde haya menor afluencia de personas.

Además nunca será una mala opción  tomarse un café caliente o frío en cualquiera de las marcas internacionales que están ubicadas en cada bloque de Manhattan. Estas bebidas para muchos son una especie de vicio placentero.

En este recorrido por Manhattan no puede faltar un registro fotográfico externo en el edificio de Radio City Music Hall y mejor aún, el disfrute de un musical cuya entrada tiene costo y que se recomienda comprarlo en línea, con tiempo y con descuentos que nunca faltan.

Cerca de este lugar se encuentra el Rockefeller Center integrado por 19 edificios comerciales de las calles 48 y 51 del barrio Midtown Manhattan. El Rockefeller Plaza es famoso por sus banderas que flamean, la pista de patinaje y el encendido del árbol de navidad.

Arte en las calles

En las aceras de las avenidas que están cobijadas por los grandes edificios comerciales que derrochan arquitectura en varios estilos y tendencias se hallan artistas dando vida, color, movimiento y forma a los retratos y las pinturas hechos a mano.

Estas personas tienen nacionalidades diferentes, pero están unidas por su amor al arte muchas veces valorado o también minimizado por turistas que pasan y repasan sin verlos, como si fuesen fantasmas. A estos artistas plásticos profesionalizados o no, los acompañan músicos que le ponen el ritmo a la noche mágica de la ciudad que nunca duerme. Esas personas así se ganan la vida y hacen parte de la memoria de Manhattan.

Aunque desagradable, tampoco se puede dejar de referir que las ratas de grande tamaño, hacen parte de la historia de esta ciudad que genera grandes cantidades de basura. A esto también hay que añadir que a New York ha llegado una cantidad impresionante de migrantes del mundo buscando nuevas oportunidades, lamentablemente resulta que en estos grupos hay personas que no llegan con la mejor actitud y causan malestar en quienes desean trabajar y ganar su dinero.

Son tantos los refugiados que New York ya no puede acogerlos y mucha gente está siendo enviada a otros estados de este país de la innovación, la productividad y que sigue siendo un destino turístico para vivirlo.

Por:

Karina López Pino

«La pasión por escribir»

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