Países emergentes

Luis Muñoz Muñoz

Luis Muñoz

Desde el año 2001, los países pobres o emergentes, realizan esfuerzos supremos para alcanzar su desarrollo y su crecimiento, así vemos que Myanmar, Nigeria, Etiopía, Kazajistán, Chad, Mozambique, Camboya, Rwanda son los países que, en forma sorprendente junto con China, han crecido más, desde 2001 hasta 2010. A lo largo de todo el siglo XXI, es evidente que las naciones pobres antes indicadas sorprenden con su crecimiento mayor que los países ricos. No así Ecuador, Perú, Colombia y otros, de  América del Sur,  no logran alcanzar su desarrollo y permanecen  sumidos en la pobreza y el subdesarrollo, fenómeno que radica en las propias estructuras de cada nación, entre las cuales citaremos; el alto índice de analfabetos, la falta de fuentes de trabajo, el abandono del campo, la falta de  apoyo a los sectores productivos, que necesitan asistencia técnica  e insumos, el alto grado de corrupción, la tierra en pocas manos, la minería explotada en forma ilegal y  por países extranjeros que se llevan nuestra riqueza mineral, dejando migajas para los estados, el endeudamiento exagerado de los Gobiernos que como Ecuador paga miles de millones de dólares por concepto de intereses,  el incremento de la delincuencia, la falta  de atención de los gobiernos  a  la salud pública,  la educación en todos sus niveles, el crecimiento de los  índices de pobreza, explotación,  desnutrición, entre otros aspectos que fomentan el crecimiento cada vez más alarmante de los cinturones de miseria, deteniendo el desarrollo y crecimiento de  la industria, la agricultura, la ganadería, y la producción de productos de primera necesidad que a su vez incide  en el alto costo de la canasta familiar,  y como consecuencia  en  el de nuestro país. Dado que la situación de los países de sur América, más endeudados, sigue realmente complicada, es necesaria una recuperación más vigorosa con al apoyo de los países desarrollados entre ellos Estados Unidos, de lo contrario la situación económica se complica cada vez con repercusión inmediata en la economía social de países como el nuestro, en el que es difícil salir de su subdesarrollo. (O)