Bruselas.- La Unión Europea (UE) espera que los líderes de Serbia y Kosovo den mañana conjuntamente su apoyo a la última propuesta que les presentó para salir del “círculo vicioso de crisis” que han atravesado últimamente, y den un nuevo paso en el proceso para normalizar sus relaciones.
El presidente serbio, Aleksandar Vucic, y el primer ministro kosovar, Albin Kurti, acudirán a Bruselas el lunes convocados por el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, que se reunirá con ellos de forma separada y, a continuación, conjunta.
El mediador de la UE para el diálogo entre Serbia y Kosovo, Miroslav Lajcak, asistirá también a las conversaciones.
La reunión se distinguirá de las últimas organizadas por la UE con estos países por el hecho de que no responderá a la urgencia de una crisis concreta, según fuentes comunitarias, que hicieron hincapié en que estará enfocada en “romper el círculo vicioso de las crisis”.
Aunque la propuesta comunitaria, en la que vienen trabajando en los últimos meses, no será la “final” para que las dos partes logren la normalización de sus relaciones, se puede considerar como un “pacto básico” que las acercará más al acuerdo integral, legalmente vinculante, necesario para ello, explicaron las fuentes.
Según dijeron, el plan propuesto por Bruselas, del que no ha compartido detalles, es “realista” y “alcanzable” y ha tratado de acomodar “al máximo” las expectativas de las dos partes pero, también, sus líneas rojas.
La propuesta, que ya tiene el respaldo de Estados Unidos e incluye un incremento del apoyo financiero para Serbia y Kosovo, debería ser aceptada, en opinión de la UE, para que haya “más predictibilidad” y protección de derechos de la población en un momento en que la situación en la región es “tensa”.
La UE espera que, al lograr “progresos reales”, las dos partes se sientan más motivadas para avanzar en la normalización de sus relaciones y, también, en su camino de integración en el club comunitario.
“Aceptarla implica que ambos se toman en serio su relación, que quieren salir del círculo de crisis que han atravesado y que son serios sobre su camino europeo”, afirmaron las fuentes, que recordaron que los dos líderes ya han valorado positivamente el plan en público y, ahora, se trata de que sellen su compromiso con la UE de forma conjunta.
La propuesta contará con un anexo con plazos para su implementación que aún deberá cerrarse el lunes, precisaron las fuentes, que añadieron que la UE será la responsable de su seguimiento una vez esté en marcha.
El plan prevé aspectos como que Serbia no impida el ingreso de Kosovo en organizaciones internacionales, según indicó recientemente Vucic, que insiste en que se garantice cierta autonomía para los serbios en Kosovo, la cual fue acordada en 2013 con mediación de la UE en el llamado “acuerdo de Bruselas” pero que Pristina se niega a cumplir.
Para Kosovo, el reconocimiento de su independencia -proclamada en 2008- por parte de Serbia, es una condición para analizar la creación de esa autonomía para los serbokosovares.
Por su parte, el mediador europeo ha recalcado que Pristina debe ceder cierta autonomía a los serbokosovares y, además, que éstos deberían reintegrarse en las instituciones kosovares.
Los serbokosovares abandonaron en noviembre pasado las instituciones de Kosovo al denunciar una creciente discriminación por parte de Pristina, y exigieron la creación de la autonomía.
En diciembre pasado comenzó la desescalada de uno de los momentos de mayor tensión entre las dos partes en los últimos años, con el desmantelamiento de las barricadas que, levantadas por serbokosovares, mantenían bloqueado el tráfico en carreteras del norte de Kosovo.
Con esos bloqueos protestaban contra las políticas del Gobierno central que consideraban discriminatorias hacia la minoría serbia que conforman en Kosovo, principalmente en el norte.
Tras responsabilizar a Pristina de las crecientes tensiones, Belgrado llegó a poner a su Ejército y a la Policía en la máxima alerta de combate, un nivel que incluye la posibilidad de recurrir a las armas.
Serbia no reconoce la independencia de Kosovo, proclamada por la mayoría albanokosovar en 2008 tras la guerra de 1998-99 y la represión de Belgrado en la década de 1990 al movimiento separatista albanokosovar.
La independencia de Kosovo ha sido reconocida por Estados Unidos y la mayoría de los socios de la UE, pero no por España, Rusia, China, India, Brasil y otros países.
Según fuentes comunitarias, un acuerdo entre las dos partes debería llevar a los Estados de la UE que aún no han reconocido la independencia de Kosovo a prepararse ante lo que será una “situación nueva” sobre el terreno. EFE