La alergia es una enfermedad crónica, genética, hereditaria e incurable, pero es tratable o controlable. Además, es sistémica y se manifiesta en todo el cuerpo.
Rinitis alérgica, asma, alergias respiratorias, de piel, oculares, ocupacionales, por medicamentos y alimentarias, son las más conocidas, pero la más frecuente que atiende el alergólogo Juan Carlos Fernández de Córdova, especialista en Alergias, Inmunología Clínica y Medicina Interna, es la rinitis alérgica.
Se trata de una enfermedad benigna y crónica donde la nariz está inflamada y cuándo esto sucede presenta cuatro síntomas que son: mucosidad nasal, estornudos, comezón y congestión, similar a un resfriado. En algunos casos puede alterarse el olfato.
No obstante, a diferencia de un resfriado, la rinitis alérgica no se produce por un virus. Se produce por una respuesta alérgica a los alérgenos en interiores o al aire libre, como el polen, los ácaros del polvo o pequeñas manchas de piel y animales.
El especialista señala que la rinitis alérgica puede presentarse tanto en niños como en adultos “no discrimina en cuanto a edad”. De las consultas atendidas por el alergólogo, más del 50% son por rinitis alérgica, convirtiéndola en la más común.
Los ácaros del polvo y los pólenes son los alérgenos más importantes que desencadenan los síntomas de alergia. Cuando una persona con rinitis alérgica inhala un alérgeno, como polen, moho, está cerca de animales o el polvo, el cuerpo libera químicos que ocasionan síntomas de alergia.
Tres factores para un tratamiento
Según el especialista alergólogo se deben considerar tres elementos para prescribir un tratamiento para la rinitis alérgica, dependiendo del paciente y el nivel que presente.
Primero, la medicación y para ello sugiere realizar pruebas de alergia cutáneas para determinar a qué es alérgico.
Segundo, menciona Fernández de Córdova que el tratamiento se basa en la identificación y eliminación de los alérgenos específicos.
Y tercero quitar del ambiente en el que se encuentra frecuentemente todo lo que le provoca alergia: animales, lo que pueda contener ácaros como peluches, alfombras, cobijas (…).
Además, se puede realizar la inmunoterapia específica, que consiste en la administración periódica de un extracto al que el paciente es alérgico, durante un tiempo de 3 años, de manera que se controla el padecimiento.
Evolución de la enfermedad o marcha atópica.
El origen de una alergia que puede hacer sospechar el inicio de la ‘marcha atópica’ es una dermatitis atópica e ir evolucionando con otras manifestaciones alérgicas, en el transcurso del tiempo, como alergias alimentarias, urticaria, angioedema, rinitis, y en ocasiones, hasta asma crónica. “La ‘marcha atópica’ o ‘marcha alérgica’ consiste en una forma de establecer la evolución de la enfermedad alérgica desde el momento de sensibilización hasta la aparición de los síntomas clínicos”, revela Fernández de Córdova.