Más de 100 familias fueron evacuadas de la zona de influencia de los ríos Negro y Contador, en la localidad de Quetame, en el centro de Colombia, debido al riesgo de otra posible avalancha que mantiene paralizada la búsqueda de ocho personas desaparecidas, informó el gobernador de Cundinamarca, Nicolás García.
«Las condiciones del clima todavía no nos ayudan para reiniciar el proceso de búsqueda y rescate», explicó García tras una reunión esta mañana con otras autoridades en la que señaló que el último balance de la tragedia del pasado martes es de 21 personas muertas y ocho desaparecidas.
«Esperamos en el día de hoy, con la ayuda del clima, poder tener toda la maquinaria trabajando, todas las personas de búsqueda y rescate, más de 400 personas, para que ojalá podamos dejar esta zona con los trabajos adelantados», indicó el gobernador, para agregar que también trabajarán en el retorno de las familias evacuadas o en su reubicación.
La búsqueda de desaparecidos se suspendió el jueves por el riesgo de represamiento de un río, informó ayer la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD).
La madrugada del martes, las fuertes lluvias provocaron el desbordamiento de dos quebradas afluentes del río Negro, que arrasó parte del caserío de Naranjal, situado en la zona rural de Quetame.
Según los datos de la Alcaldía de Quetame, hay 20 viviendas desaparecidas bajo el lodo que dejó la avalancha que también arrasó un puente, lo que provocó el cierre de la carretera que conecta Bogotá con Villavicencio, capital del departamento del Meta y una de las principales despensas agrícolas del país.
Por ello, el Gobierno colombiano habilitó un puente aéreo entre Bogotá y Villavicencio para sortear este corte de la vía principal, con dos aviones y cinco vuelos adicionales operados por la aerolínea estatal Satena. EFE