Según Carl Jung, la siquis de las personas son el origen de todo mal, que desde el temor se petrifica a la gente en conjunto, planteamientos de su teoría del inconsciente colectivo, por lo que aun en incertidumbre debemos caminar adelante, incluso con el actual abandono del ecuador, ante la violencia inusitada desatada en las calles, parques y en sus propias casas, sin la protección de un estado al momento , manejado hasta el relevo con piloto automático, con reacción de una justicia en sus niveles de dirección desde las cortes y consejos nacionales, solo dedicados a cuidar sus ´puestos, en un sainete de poca creatividad, que deja perplejos a quienes con sorna observan de sus andanzas en tiempos de ausencia de un congreso que ponga orden.
Como ciudadanos nos corresponde tomar la decisión en las urnas, para escoger a un nuevo régimen, que salga del anonimato, por lo menos, y que a estas alturas parece que pedimos mucho si controlan a las cárceles, protegen la vida de los ciudadanos de a pie, permiten la movilización en paz, que todos los días son acabadas por pistoleros y sicarios organizados, que rebasan a la fuerza pública, entidad superada en su misión institucional, que deberá ser repotenciada con nuevos bríos y capacidades, con reingeniería indispensable en sus mandos y en su organización, para dar vuelta a este estado de sitio de la patria y no por los estados de excepción, sin pena ni gloria, sino por el control ciudadano de la delincuencia mediante las amenazas, las vacunas y el miedo generalizado que paraliza a las comunidades en sus diario vivir.
Ad-portas de elecciones asumamos decisiones que en nuestro entendimiento permita cambiar, dar un giro de timón, a este endeble manejo del estado, igual al de ayer, que se han pasado quejando de la situación que les toco gobernar y su máxima aspiración ha sido sostenerse contra viento y marea a expensas de la debacle institucional, con desconfianza de la gente y poca credibilidad. Sinceramente esperemos que el pueblo con su voto no vuelva a instalar en Carondelet, a quienes sigan con estas nefastas prácticas, que han convertido al país en uno de los más peligrosos del mundo. (O)