Museo Cosmos Educativo, un espacio de la UNAE para aprender sobre el universo, la vida y la Tierra

Luego de un año de investigaciones, diseños y montajes, la Universidad Nacional de Educación (UNAE) presentó su Museo Cosmos Educativo, un espacio en donde, a través de estaciones científicas y lúdicas, se enseña sobre el universo, la vida y la Tierra.

El museo surgió luego de que el investigador Javier Collado, hoy coordinador de Innovación Educativa y Emprendimiento de la UNAE, se encontrará con el término “Big History”, un campo académico con el que se comparte, de manera unificada, la historia y las diferentes teorías de cómo se formó el universo, la Tierra y la vida.

Bajo ese método, la UNAE, en uno de sus edificios ubicados en la parroquia Javier Loyola, en el cantón Azogues, armó un museo en el que los visitantes se encontrarán con las distintas especies de la evolución humana, con dinosaurios y sus huevos, con esqueletos, con volcanes y con los planetas de nuestro Sistema Solar.

La idea del espacio es que no solo sea un lugar de exhibición. La interacción, el caminar del público entre los objetos, entre lecturas e infografías, son la parte medular del Museo Cosmos Educativo.

“Esto es un espacio divertido. De otra manera se puede aprender. Caminando se aprende. Conversando, dialogando, interactuando con los objetos. Pienso que la educación del siglo XXI debe ir por ese camino”, dijo Hishochy Delgado a diario El Mercurio.

Hishochy es el director de Economías Culturales y Creativas de la UNAE, departamento que ayudó a levantar el museo que no solo servirá para los estudiantes universitarios que se convertirán en docentes.

Uno de los objetivos del museo es que la comunidad que está alrededor de la Universidad Nacional de Educación participe de él, que se adentre a un lugar de aprendizajes y enseñanzas.

Interacción con objetos

Para elaborar cada uno de los objetos que están expuestos en el Museo Cosmos Educativo se contó con el apoyo de Artkam, una fábrica de arte dedicada a crear objetos tridimensionales y realistas.

Además del arte que se ven en las figuras expuestas, el público tiene la oportunidad de interactuar con ellas por medio de la realidad aumentada.

Se puede interactuar con el museo a través de la realidad aumentada. Xavier Caivinagua

Por ejemplo, en un lado está un fósil de un dinosaurio, y si se apunta con la cámara del celular en la cédula que contiene la información de lo expuesto, aparece la figura de cómo era el dinosaurio.

“La idea es que tengan que interactuar con las tecnologías para descubrir más. Y que vayan a su casa pensando, reflexionando, y que el conocimiento sea más abierto”, explicó Javier Collado a El Mercurio.

Por ahora, la Universidad Nacional de Educación organizará visitas dirigidas en el museo con niños de las escuelas. Asimismo, a través de las prácticas preprofesionales que realizan los estudiantes de la universidad, se contactarán con las instituciones educativas para que interactúen con un museo que apunta a seguir creciendo y fomentando el conocimiento. (I)

Andrés Mazza

Periodista y fotógrafo. Escribe sobre cultura, educación, migración y astronomía.

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