Luis Gerardo Cabrera, arzobispo de Guayaquil y presidente reelecto de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE), considera que es urgente recuperar la confianza en la justicia en Ecuador.
Cree asimismo que si no hay reformas estructurales al sistema carcelario de este país, los presos tendrán mínimas posibilidades de rehabilitarse y lograr una reinserción social.
Está de acuerdo en que las organizaciones políticas lleguen a acuerdos, pero para atender los grandes problemas que tiene el país: desempleo, pobreza, inseguridad, falta de medicinas, corrupción, entre otros.
- – El caso Metástasis reveló que el narcotráfico y la corrupción han alcanzado los más altos niveles de la justicia e instituciones de seguridad. Ya se habla incluso de narcoestado y narcopolítica. ¿Qué opina de esto?
Para todos los ecuatorianos y para la Iglesia es motivo de mucha preocupación porque esto hace tambalear los fundamentos de la justicia, verdad, libertad y paz, porque una justicia que no está bien cimentada crea un clima de sospecha, decepción y desconfianza, y eso podría agravar mucho más la situación que vivimos. Sin embargo, también miramos con esperanza porque también hay personas libres, valientes y honestas que quieren encontrar una solución. Entonces yo creo que entre la preocupación y la esperanza, la esperanza es más fuerte…
- – Decía usted que la justicia mal cimentada crea un clima de sospecha, decepción y desconfianza. Precisamente esta desconfianza hace que en la población aflore el deseo de hacer justicia por mano propia, que en ocasiones termina en crueles castigos y muertes. ¿Cuál es su criterio sobre esto?
Esa es una de las posibles consecuencias, pues al no creer en la justicia establecida, las personas, movidas quizá por el miedo y la angustia, pueden tomar este tipo de decisiones, que también al final son muy peligrosas, porque pueden ser causa de muchísimas injusticias… La justicia por sus propias manos es perniciosa, pero es la realidad. El llamado es a la gente docta, honesta y valiente, y volver nuevamente a las instituciones estatales para que cumplan con su deber, pero también a la sociedad civil y a las organizaciones para sentarnos a conversar a ver qué podemos hacer justamente para que la delincuencia al menos disminuya. La idea es que sea erradicada…
- – Grupos de delincuencia organizada han hecho un pedido formal a Daniel Noboa, presidente del Ecuador, para pacificar las cárceles y el país. ¿Se justicia ceder ante estos grupos delictivos para conseguir la paz?
Aquí hay un tema mucho más amplio, siempre se ha hablado de tres etapas importantes en el mundo delictivo, primero: la prevención, donde se debe formar a los niños y jóvenes para que aprendan a vivir dentro de los parámetros de la justicia. Segundo: la rehabilitación, pero siempre me pregunto cómo se puede rehabilitar en pabellones donde están 2.000 o 3.000, o en cárceles donde están 10.000 o 12.000, son megacárceles, es un sistema de rehabilitación que no tiene presente ni futuro. Tercero: la reinserción, volver a la familia, a la sociedad, al mundo laboral, pero ya como personas de bien… Aprovecho para hacer un llamado a los empresarios que deberían asumir esta responsabilidad con mucha seriedad y pensar en centros de rehabilitación y luego en la reinserción…
- – ¿La Iglesia sería parte de este proceso de pacificación?
Como Iglesia estamos en las cárceles, estamos dentro, estamos acompañándolos allí, desde el punto de vista espiritual, pero nos damos cuenta que eso es insuficiente, porque una rehabilitación espiritual si no va unida a una rehabilitación psicológica, social, laboral, también es muy poco. Nosotros podemos a la luz de la palabra de Dios, hablar cosas muy bonitas, pero necesitamos de un trabajo interdisciplinario… Por eso insisto, los empresarios, si quieren realmente hacer un aporte a la sociedad deberían empeñarse, interesarse por crear, por apoyar esos centros de rehabilitación ojalá en espacios más pequeños…
- – Hablando de centros de rehabilitación social. ¿Cómo mira el proyecto de Daniel Noboa, de implementar grandes cárceles barcazas, para aislar a los presos más peligrosos en el mar?
Vuelvo a la misma propuesta, no basta aislarlos, no basta tenerlos allí, perdone la expresión: comiendo y durmiendo a costilla del Estado, si es que esas barcazas no se constituyen en centros reales, pedagógicos, de rehabilitación, pues es una solución que no soluciona nada… Puede ser una salida temporal, respiramos un poco, pero no se soluciona…
- – En el campo político, Daniel Noboa ha insistido en la necesidad de alejarse de los extremos. Habla de acuerdos entre grupos políticos. ¿Cree usted que es hora de los acuerdos?
Hay un concepto muy elemental, muy sencillo,muy concreto de la política y es la búsqueda del bien común, el bien de la mayoría, entonces si los políticos independientemente de su posición ideológica, partidista, hacen alianzas para solucionar los grandes problemas del Ecuador, son bienvenidas. Lo demás podría ser un juego de conveniencias, una especie de tregua, pero nada más.
- – ¿Cómo mira usted el panorama para 2024 en lo político, a sabiendas de que será un año preelectoral?
Vemos con cierta inquietud porque lógicamente si ya los partidos están centrados y concentrados en las reelecciones, entonces eso hará que las soluciones se vayan aplazando y que nadie tenga la decisión, el coraje para justamente plantear lo que se debe hacer… La invitación a los políticos es a no pensar en el 2025, ojalá pensar en el 2030, 2040, 2050… En proyectos a 10, 20 o 30 años.
- – En otro tema: este año también ha causado mucho debate el caso de Paola Roldán, de 42 años, quien tiene una enfermedad incurable: esclerosis lateral amiotrófica. Ella pide que le dejen morir, pide la eutanasia, pues vive postrada y con dolores extremos. ¿Qué opina de la eutanasia?
El tema del suicidio, de la eutanasia, es un tema que hay que enfocarlo desde distintas perspectivas, médica, psicológica, ética, espiritual. Hay algo que debería hacernos pensar. Hay una premisa: las personas somos libres para tomar decisiones y me parece bien, una persona libre justamente es la que es capaz de pensar y la que es capaz de tomar decisiones, pero para ello necesita estar al margen de muchas presiones, presiones sociales, económicas, psicológicas. Cuando una persona toma la decisión de quitarse la vida, está viviendo momentos muy difíciles, una depresión aguda, y cuando llega a esos niveles prácticamente la persona ya no es libre de sí, ya no tiene los argumentos claros, sólidos para tomar esas decisiones. También se habla de una política para que el dolor disminuya y ojalá desaparezca, es lo que llamamos la política de los paleativos, que es un termino médico muy importante y en el que nosotros estamos también haciendo lo posible y lo imposible… Desde el punto de vista espiritual, yo conozco cantidad de personas en situaciones muy parecidas, pero que han logrado asimilar el dolor como parte de su vida, sin ser masoquistas, no se trata de valorar el dolor por el dolor…
- – El Papa Francisco ha permitido la bendición a parejas del mismo sexo. ¿Cuál es su opinión?
Hay que distinguir primero que no es que se pone en el mismo nivel el matrimonio de varón y mujer, con el matrimonio de personas del mismo sexo, no hay tal. El matrimonio reconocido por la Iglesia es el matrimonio entre varón y mujer, esa es la doctrina. El tema de la bendición es un tema muy amplio, lógicamente no se bendice a la unión, no se bendice a la pareja, se bendice a las personas, de allí la bendición es para todos. Jesús tiene una frase muy linda, el sol sale para buenos y malos, la lluvia cae sobre justos y pecadores. El amor de Dios es para todos. La bendición es para todos, pero la respuesta es para cada uno. Dios siempre ha bendecido a los pecadores, aunque no ha bendecido el pecado, eso está clarísimo también para la Iglesia. Nosotros jamás vamos a rechazar absolutamente a nadie.
Frases
“Eschamos a personas que tienen la buena voluntad de pacificar las cárceles, pero si no hay un sistema de rehabilitación serio y comprometido, yo veo que esto será muy dificil por no decir imposible…”.
“Algo tenemos que hacer como sociedad y como Iglesia para que las personas que hayan delinquido por cualquier razón que sea pueden volver a ser hombres y mujeres de bien…”.
“Todo acuerdo, toda alianza bienvenida si es para solucionar los grandes problemas: la pobreza, la salud, la educación, el trabajo, la corrupciòn y el despilfarro de los bienes y recursos pùblicos…”.
“Creo que debemos invitar a los polìticos a que no estén pensando únicamente en la reelección, sino en proyectos a largo plazo que ayuden a solucionar los grandes problemas que tiene este país”.